Después de que el líder Hugo Moyano puso fin al paro de Camioneros de esta semana y anunció nuevas medidas de fuerza contra el Gobierno para la que viene, la Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó que habrá paros gremiales y movilizaciones a la Plaza de Mayo el miércoles próximo.
"Es en reclamo fundamentalmente de las viejas demandas de esta central obrera: el mínimo no imponible, el tope de las asignaciones familiares, la actualización de la ayuda escolar y principalmente algo que para nosotros tiene carácter muy grave que es el hecho de que parece haber una tendencia de criminalizar la protesta social", informó Juan Carlos Schmidt, vocero de la CGT.
Todavía habrá que ver que sindicatos y actividades adherirán a la protesta.
"Hay comentarios de algunos funcionarios en sentido de que la protesta de la CGT tiene que ver con una actitud golpista", advirtió Schmidt. "Rechazamos esta terminología (...) En ningún caso, la CGT ha tomado actitudes o posiciones que pongan en riesgo la institucionalidad del país", recalcó. "No somos golpistas", insistió el diputado gremialista Omar Plaini.
"Llevamos adelante protestas y medidas enmarcadas dentro de las garantías que da la Constitución Nacional", indicó el vocero Schmidt, y agregó: "Creemos que llevar la discusión del paro al terreno de la judicialización tiene como objetivo tratarnos directamente como delincuentes".
Por otro lado, en respuesta a la calificación del vicegobernador Gabriel Mariotto, que ayer habló de "caprichosos calendarios electorales" en relación a la protesta, dijo: "Acá no hay ninguna especulación política (...) La CGT ha demostrado una prudencia y una larga etapa de espera para que lo resuelva el Ejecutivo".
Y destacó que el Poder Ejecutivo "ha congelado el diálogo desde septiembre del año pasado, previo a las elecciones".
"Encausar el diálogo social es responsabilidad primaria del Gobierno", afirmó.
