La sala de reuniones del tercer piso de la sede gubernamental de Uspallata volvió a llenarse de política. Es que hoy al mediodía Horacio Rodríguez Larreta recibió a sus aliados radicales y “lilitos” en la mesa que se conformó para debatir sobre las políticas contra el coronavirus.
Entre bife y papas fritas, Larreta planteó que el viernes será el día clave donde, junto al equipo de Salud, podrán analizar con datos certeros si la flexibilización que se dio los últimos días, entre la reapertura de comercios y las salidas recreativas, tuvo efectos negativos o no.
“Fue un encuentro para analizar lo que se viene. Básicamente, si tomamos una decisión más drástica o no”, lo resume uno de los que participó de la mesa. Una de las conclusiones que sacaron es que la curva de contagios permanece estable, a pesar de un crecimiento basado en la situación en las villas. “Estamos mirando de cerca si crece la cantidad de muertes antes de tomar una decisión”, agrega la misma fuente.
El jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel, planteó allí la posibilidad de abrir otras ramas del comercio, con estrictos protocolos, pero no tuvo adhesión. “Flexibilizar más es muy difícil, hoy nuestro debate interno es si cerrar más o no”, sintetiza otro de los que participó de encuentro.
Macri-Cristina vs. Larreta-Fernández
La idea de abrir más rubros tiene una lógica clara: la Ciudad se financia, en un 60%, con el impuesto a Ingresos Brutos. Es decir, con la actividad comercial. Para el gobierno porteño, no levantar la cuarentena comercial los deja rehenes de la coparticipación nacional. Y eso los dejaría débiles, porque la recaudación cayó estrepitosamente en abril.
En la mesa estuvieron también los radicales Martín Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti; los “lilitos” Maximiliano Ferraro y Paula Oliveto, el socialista Roy Cortina, el vicejefe porteño, Diego Santilli, los legisladores porteños peronistas Agustín Forchieri y Diego García Vilas (del riñón de Graciela Ocaña) más los ministros Eduardo Macchiavelli (Ambiente), de elegante sport, Bruno Screnci (Gobierno ) y Fernando Straface (secretaria General).
En uno de los tramos de la charla, Larreta consultó qué opinaban de las chicanas de Daniel Gollán, el ministro de Salud bonaerense, quien culpó a la Ciudad de la ola de contagios en crecimiento. ¿Lo hizo por su cuenta o fue una orden de Axel Kicillof? El jefe comunal no fue concluyente, pero en el almuerzo prácticamente todos plantearon que era casi imposible pensar que fue una jugada aislada del gobernador. Con todo, Larreta ordenó no salir a responder. No quiere confrontaciones con Provincia en este contexto.
La guerra tibia (tirando a caliente) entre Axel Kicillof y Rodríguez Larreta
Una de las intervenciones más picantes fue la de la diputada Oliveto, una de las más cercanas a Elisa Carrió, quien chicaneó a Diego Fernández, el secretario encargado de la villa 31, a quien acusó de haber contratado una consulta de Recursos Humanos. Y luego, agregó, mirando a Felipe Miguel: “bueno para escándalos acá ya tenemos el caso de los barbijos”. El jefe de gabinete porteño es quien comandaba las compras en el área de Salud con Nicolás Montovio, el ex subsecretario de Administración de Salud, quien tuvo que renunciar cuando se dio a conocer la compra. No es la única que realizó. Ni el único involucrado del entorno de Miguel.