La evaluación nacional "Aprender" que comenzó esta mañana encontró rechazos y cuestionamientos entre alumnos, docentes y dirigentes. Los gremios se opusieron al examen, incluso propusieron no tomarla, y hasta realizaron protestas y cortes de calles.
La nota sin embargo la dieron los distintos alumnos que se opusieron a rendir la prueba. En lugar de llenar los casilleros del "multiple choice", muchos escribieron consignas contra el gobierno nacional y lo que consideran un inminente "ajuste" en el presupuesto educativo. "Evaluación para qué? Necesitamos mejoras edilicias", reza uno de los tantos mensajes que se viralizaron en redes sociales.
Roberto Baradel, secretario general del gremio Suteba, criticó la evaluación y aseguró que la intención del Gobierno es instalar la discusión de una posible "privatización" del sistema educativo argentino. "El resultado ya está y la conclusión es que los chicos no aprenden porque los maestros no enseñan. Y entonces hay que avanzar sobre los derechos de los trabajadores, pero también segmentar el sistema educativo de tal manera que la privatización empiece a calar en el sistema de enseñanza pública de la Argentina", aseguró.
En declaraciones a radio Keops de La Plata, el sindicalista afirmó que están de acuerdo con que se realicen evaluaciones, pero sostuvo que la que se realiza hoy, a través del sistema de multiple choice, "no establece un diagnóstico de en qué situación se está". Baradel cuestionó también que el procesamiento del diagnóstico esté en manos de la empresa multinacional británica Pearson PLC, "la más importante del mundo en servicios educativos".
"Estamos de acuerdo con la evaluación, pero con una evaluación en serio, integral del sistema educativo. No con esta pseudo-evaluación estandarizada que nos diga a todos nosotros lo que un coloquio de empresarios quiere escuchar para hacer las reformas que quieren instaurar en el sistema educativo", concluyó.
Por su parte, la secretaria gremial del gremio docente Suteba, María Laura Torres, también criticó la iniciativa y dijo que "no sirve para saber cómo está la educación", y afirmó que el Gobierno empezó "por el peor lado". Además, aseguró que el ministro Esteban Bullrich "muy poco conoce de la educación en la Argentina" y reclamó que sean convocados para debatir. "Si querés saber en qué nivel está cada uno, lo homogéneo no sirve. No existe una evaluación estandarizada para saber en qué lugar está cada uno", expresó.
En declaraciones a radio Nacional, la dirigente gremial afirmó que el sistema de múltiples opciones que se utilizará en la evaluación de hoy "atrasa" porque "no se utiliza en ninguna escuela", y remarcó que "ya fue rechazado en la mayoría de los países". "Si uno quiere saber cómo está la educación, lo primero y fundamental es tener en cuenta a los docentes. Por eso rechazamos este formato. No nos parece que sea para evaluar y saber en dónde estamos. Empezaron por el peor lado", cuestionó. Al hablar del ministro Bullrich, Torres recordó que antes de la prueba "Aprender", el funcionario aseguró que "el sistema de educación argentino no sirve".
"Ya tienen la respuesta, lo que dijo Bullrich sintetiza lo que buscan con esta evaluación. Lo viene diciendo desde el 11 de diciembre. Si un ministro de Educación plantea que la educación argentina no sirve, ¿para qué evalúa?", sostuvo. Además, advirtió que Bullrich "muy poco conoce la educación en la Argentina", y añadió que "ya tienen la respuestas de esta evaluación antes de realizarla".
El Gobierno realiza hoy la Evaluación Nacional "Aprender", un operativo que impulsa el ministerio de Educación para evaluar los niveles de aprendizaje de los niveles primarios y secundario, y del que participarán 1.400.000 estudiantes de 31.000 escuelas públicas y privadas.
Cortes. Esta mañana, un grupo de docentes nucleados en el gremio Ademys cortó el cruce de las avenidas Acoyte y Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito, en repudio a la prueba. El secretario general del sindicato, Jorge Adaro, consideró esta modalidad como "un golpe a la educación pública" y que "no sirve de ninguna manera para valorar los procesos de enseñanza". Los manifestantes cortaban desde antes de las 7 tres carriles de la avenida Rivadavia y pasadas las 8 liberarán la zona para dirigirse a las escuelas.
Además, el ex ministro de Educación durante el kirchnerismo Alberto Sileoni advirtió hoy que la evaluación "forma parte de un montaje para hacer pensar que la vida empieza el 10 de diciembre", y denunció con esta prueba "se está preparando un diagnóstico del horror" para abrir "las puertas" a fin de realizar "ajustes" en el sistema educativo.
Sileoni acusó al actual ministro de haber dicho con "mucho desparpajo" que el "sistema educativo no sirve", tras lo cual le preguntó por qué durante los "8 años" que estuvo al frente de la cartera educativa porteña "no ha tomado otras medidas, ya que allí hay 11.000 chicos que no tienen vacantes y los resultados educativos son prácticamente un poquito mejor que los de la Nación".
El ex funcionario denunció que la evaluación que hoy se desarrolla en todo el país "es funcional" al "diagnóstico de la hecatombe. Esto es casi de manual -prosiguió-: yo le doy un diagnóstico médico de terror y, en algún sentido, habilito para amputarle un brazo porque usted está en estado terminal. Y esto es mentira, el sistema de educación argentino está de pie, es el más igualitario de América", resaltó.
En declaraciones a radio Del Plata, Sileoni justificó las críticas de los gremios docentes a la prueba "Aprender", al razonar que "lo que está generando la desconfianza es que se está preparando un diagnóstico del horror. Los diagnósticos son también intervenciones políticas, como es una intervención políticas, en algún sentido decir que hay más pobres de los que hay".
"Seguramente que el resultado de la evaluación ya está cantado y lo que va a decir el ministro es lo que dijo el otro día: que el sistema educativo no sirve más, entonces con esos diagnósticos del terror, tan conmovedores, abrimos las puertas para medidas dolorosas, para ajustes", disparó.
"Nosotros somos conscientes de que (durante la etapa anterior) había carencias y teníamos que seguir profundizando. Pero -recordó- este sistema educativo está financiado, tiene 1.200.000 estudiantes más, ha distribuido 92 millones de libros, que se dejaron de distribuir; había dejado distribuido 5.400.000 netbooks, que se dejaron de distribuir y están colapsando las que estaban en funcionamiento".
El ex ministro volvió a manifestarse comprensivo frente a los cuestionamientos de los gremios: "Estas evaluaciones son estandarizadas, han eliminado las preguntas abiertas que permiten hacer alguna otra inferencia, más que las respuestas múltiples", se quejó.
Añadió que también introduce "algunas preguntas que van más allá de lo educativo y que tienen que ver algunas cuestiones más privadas de la familia, lo cual provoca molestias".