Cuando el fin de semana se instaló el rumor de que el peronismo se iba a romper en el Senado, los legisladores partícipes de la jugada salieron a desmentirlo para mantener la expectativa y generar el impacto deseado a 24 horas de la sesión preparatoria. Los cuatro senadores que decidieron el portazo (el jujeño Guillermo Snopek, la puntana María Eugenia Catalfamo, el correntino Carlos Espínola, y el entrerriano Edgardo Kueider) se pusieron de acuerdo para presentar la nota cuando ya estuvieran todos en la Ciudad de Buenos Aires.
El comunicado estuvo listo el martes a la noche. Ni el presidente Alberto Fernández ni Cristina Kirchner estaban al tanto. Mucho menos los bloques de cada sector del Frente de Todos.
La crisis del peronismo llega al Senado y se rompe el interbloque del Frente de Todos
De todos los "fugados", quien más explicaciones tuvo que dar fue el entrerriano Kueider, ya que el gobernador Gustavo Bordet recompuso su vínculo con el Presidente y hasta compartió actos con él durante los últimos días. El legislador era el nexo entre ambos y le había manifestado a Alberto que la ruptura no iba a suceder. "Al final, no sé porqué dicen que manejan a sus senadores si se van sin que lo sepan y buscan frenar las medidas cuando ya es tarde"; analizó, en diálogo con este medio, un operador del Presidente con llegada al bloque del FDT.
Las críticas a Alberto Fernández
"Hablamos a la tarde", le dijo un senador de Unidad Ciudadana (el bloque K) a PERFIL cuando a la mañana del miércoles este medio ya había anticipado el portazo. El kirchnerismo no dijo nada al respecto. Se esperó la respuesta de la Vicepresidenta y titular del Senado. Ante el cimbronazo la decisión fue instalar que el enojo de los senadores fue estrictamente con Alberto Fernández y no con ella.
Por eso comunicaron de manera oficial la carta que Snopek —ahora presidente del nuevo bloque—le envió a Cristina para explicar los motivos de la ruptura. No es causal que fuera el único de los rupturistas que el martes estuvo en la reunión de bloque. El resto no apareció. ¿Será el nexo del nuevo bloque con la Vice?
Allí, el senador descargó toda su furia con Alberto: "Motiva mi decisión, en primer término, la distancia cada vez mayor que siento respecto al rumbo de gestión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, alejado -a mi humilde entender- de las prioridades que nuestro pueblo demanda", disparó.
"No puedo dejar de señalar la falta de incidencia favorable que el presidente ha tenido en los últimos tiempos para con Jujuy", agregó. El golpe más duro llegó al final: "Ha sido, en ese sentido, una gran decepción para todos los que creímos que la asunción de Alberto Fernández podía representar un nuevo porvenir".
Uno de los integrantes del nuevo bloque aceptó el llamado de este medio casi a medianoche. "Se conjugaron varios aspectos. La alianza de Juan (Schiaretti, gobernador de Córdoba) con Alberto (Rodríguez Saá, mandatario de San Luis) obvio que tuvo que ver. La falta de gestos tanto de Alberto como de Cristina también. Hay que entender que los senadores damos respuestas en nuestras provincias. No pasamos desapercibidos como los diputados. Quedamos expuestos ante la falta de fondos. Si eso pasa, en un año electoral hay que romper. Eso no es novedad", analizó.
Ante la repregunta sobre si el enojo apuntaba más al Presidente que a Cristina, la respuesta a PERFIL fue tajante: "La bronca es con ambos. Es con la interna que se lleva puesto todo. Pero Cristina aprovechó que Alberto siempre tarda en reaccionar y mostró la carta de Snopek que lo destruye. La próxima, que se quede más cerca. En la Antártida quizás no tiene señal", cerró tras 24 horas de furia.
RI/ff