¿Cómo un comerciante con una probation, una empresa que funcionaría como un sello de goma y que ni siquiera tiene la documentación en regla pudo engañar a empresarios y funcionarios y hacerse con $ 60.500.000 de fondos públicos? El caso de Damián Andrés Nevi, responsable de la compañía Medinsumo SRL y detenido e indagado esta semana por la jueza Paula González, aún no desentraña la incógnita pero sí demuestra que algo en el sistema no funciona.
El 30 de marzo, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires adjudicó una compra directa a la empresa E-ZAY SRL para adquirir 5 millones de barbijos descartables por $ 340.000.000. Iban a destinarse al personal de salud de los hospitales que combaten el SARS-Cov-2.
Sin embargo, este proveedor nunca contó con los barbijos, actuó como intermediario y subcontrató a Nevi, quien nunca entregó los insumos. El gobierno porteño había pagado por adelantado, según consta en el expediente.
PERFIL accedió a la transcripción de los mensajes y audios de Whatsapp que Nevi intercambió con E-ZAY durante abril. Las comunicaciones que analiza la jueza exponen un derrotero de gestiones truncas en la pelea por hacerse de barbijos en plena pandemia. Los diálogos fueron aportados por E-ZAY en su denuncia.
El mismo 30 de marzo, Medinsumo escribió al apoderado de E-ZAY: “Los barbijos ya están pedidos”. Al día siguiente, el responsable de Medinsumo se comprometió a entregar los primeros 100 mil barbijos para el 3 de abril; 1.500.000 para el 10 del mismo mes; y otros 3.500.000 para el 20 de abril.
Para concretar la compra, el 2 de abril, la Ciudad transfirió $ 162.350.000 como anticipo de pago a E-ZAY. Horas después, E-ZAY transfirió $ 60.500.000 a la cuenta de Nevi.
Al día siguiente, comenzaron los problemas. Nevi escribió: “La Anmat intervino Dimex”, proveedora local de barbijos. Eso supuestamente demoraba la operación. Los insumos debían ser importados de China, entonces.
El 10 de abril, Nevi envió un nuevo mensaje: “El cargamento está llegando hoy a las 16 horas. Lunes retiramos a las 10”. Pero los barbijos nunca aparecieron. Dos días después, Nevi volvió a comunicarse: “Ayer aterrizó en Ezeiza pasadas las 12 de la noche”.
El 13 de abril, Nevi dijo que estaban avanzando con los trámites en Aduana. E-ZAY dice que entonces envió un camión para retirar la mercadería del aeropuerto. Pero tras varias horas, el camión regresó vacío.
Prueba de vida. La mañana del 16 de abril, siempre según las comunicaciones aportadas por E-ZAY, Nevi envió a la empresa fotos de un camión y dos patentes vehiculares anunciando que finalmente la carga estaba en tránsito. “Las cosas ya están saliendo de Ezeiza. Tus cosas te van a estar llegando tipo 12, 13 horas”. A las 19.18, Nevi dio un nuevo reporte: “Pasó el peaje y no pude comunicar más”. Ese día, empleados y funcionarios de Salud esperaron los camiones de los barbijos fantasma hasta las 21, según la denuncia. Nunca llegaron.
El 17 de abril, Nevi informó por la mañana: “Estoy en la comisaría yendo a denunciar el robo de los dos camiones”. Más tarde, envía una imagen de una transferencia por $ 60.500.000 a la cuenta de E-ZAY. Estaba, dijo, devolviendo el dinero de los barbijos, pero la compañía asegura que la transferencia nunca llegó a su cuenta.
El 19 de abril, Nevi reapareció: “Los barbijos están gracias a Dios en mi galpón. Tengo 3,5 millones de barbijos mañana. Apenas abre el banco espero la transferencia –reclamaba nuevamente los $ 60.5 millones– y nos juntamos ambos con abogados y cerramos esto”.
Pero E-ZAY sostiene que nunca recibió el dinero. El 21 de abril, Nevi volvió a enviar una foto del supuesto cargamento. Para entonces la Ciudad ya había intimado a E-ZAY y Nevi no daba pruebas de entrega del dinero o los barbijos.
PERFIL se comunicó con el abogado de Nevi para ampliar su versión de los hechos, pero al cierre de esta edición su cliente no había autorizado hacer declaraciones a la prensa. Durante su indagatoria, Nevi negó los cargos por presunta estafa. La jueza González ordenó que siga detenido por el momento.
Nevi tiene otras dos causas. Fue denunciado por la empresa Dimex, fabricante de barbijos, por supuestamente hacer uso indebido de su marca. Además, el comerciante tiene una probation por presuntamente hacerse pasar por farmacéutico cuando solo sería “técnico en farmacia”, de acuerdo al expediente.
E-ZAY es investigada en otro expediente tras la denuncia de la Ciudad por el caso de los barbijos.