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Con Claudio Uberti al frente, el OCCOVI aumentó su presupuesto en un 7.309%

Bajo el mando del kirchnerista involucrado en el Valijagate, el ente pasó de gastar 6 millones de pesos a 500 millones.

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| Cedoc

El Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) había quedado en el ojo de la tormenta el año pasado cuando su por entonces director, el ultra kirchnerista Claudio Uberti, quedó envuelto en el escándalo del Valijagate como uno de los acompañantes de Guido Antonini Wilson. Hoy el organismo vuelve a estar el tapete, pero esta vez por la astronómica suba de su presupuesto, que aumentó un 7.309 por ciento entre 2005 a 2008 .

El OCCOVI pasó de gastar $6.770.000 en 2005 a presupuestar $501.584.300 para 2008, cifra menor a la de 2007, año en que el que organismo consumió de $534.706.714. Este aumento, revelado por un informe de la Auditoría General de la Nación, se debió a que, desde 2005, con Uberti a la cabeza, el OCCOVI dejó su tarea pasiva de fiscalización de obras viales, para convertirse en un organismo abocado a realizar obras de infraestructura vial.

En este periodo, también se incrementó la participación del Estado en el ente, a través de aportes del Tesoro Nacional y de transferencias hechas desde el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte, hasta representar un 99 por ciento de los ingresos.

El decreto 1.915/04 fue el que amplió las facultades del OCCOVI de control de las concesiones viales y lo habilitó a contratar y ejecutar obras de reparación y construcción de caminos, colectoras y rotondas en materia de seguridad, mejoras en el acceso, ampliación de la red vial concesionada, re-pavimentación e iluminación de intersecciones.

Según el informe publicado por el sitio Auditar, un sitio hecho por empleados de la Auditoría de la Nación, “El organismo presupuestó $6.770.000 para 2005 y el 67 por ciento de ese total fue destinado a gastos en personal. Pero desde 2006, con la puesta en marcha de sus nuevas potestades, el OCCOVI presentó un presupuesto de $221.348.856, es decir, 3170 por ciento más que el año anterior”.

Desde entonces, “por cada peso empleado por el organismo para cumplir su rol de fiscalizador, destinó $25 a los programas de construcción”, cifra que siguió creciendo con el pasar de los años.