“Lo agarró un bache”. Irónico y a la defensiva, el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió ayer con que la fuga de los Lanatta y Schillaci fue un “arreglo” y que la denuncia que lo involucró en el tráfico de efedrina fue una operación entre los prófugos y Cambiemos para sacarlo de competencia electoral en la provincia de Buenos Aires.
Sin argumentos sólidos, el ex funcionario kirchnerista advirtió: “A Martín Lanatta le compraron la lengua”. Intentó, además, ligar el supuesto dinero recibido con el financiamiento de la fuga de los tres criminales.
Responsabilizó también a autoridades nacionales y provinciales por la seguridad de los tres delincuentes. “Para conocer la verdad sobre la fuga”, pidió. “¿El periodismo basura dice que la captura me perjudica a mí?”, se preguntó a través de las redes sociales.
Antes de escaparse, a una semana de la elección interna en la provincia de Buenos Aires, El Trece difundió una entrevista a Martín Lanatta en la que aseguraba que el personaje conocido como “La Morsa”, que sobrevoló el juicio del triple crimen, era en realidad Aníbal Fernández. Dijo que, en rigor, el entonces jefe de Gabinete fue el autor intelectual del asesinato. Sin embargo, la Justicia no encontró pruebas que vincularan a Fernández con el triple homicidio. E identificó como autor ideológico a un empresario llamado Ibar Esteban Pérez Corradi.
Antes de que fuera capturado Lanatta, Fernández había dicho que la fuga de los tres condenados era una devolución de favores de Cambiemos por haberlo perjudicado en la campaña para la gobernación bonaerense. Y exigía que los delincuentes fuesen capturados vivos.
Durante estos 13 días, Fernández estuvo activo en las redes sociales atacando en especial al Grupo Clarín y al Gobierno, acusándolos no sólo por la fuga sino por estar detrás de la denuncia periodística que, asegura, se hizo sólo con intenciones de perjudicarlo en términos electorales. El ex funcionario desacreditó el testimonio de Lanatta por tratarse de un asesino condenado. Y acusó a periodistas de Periodismo Para Todos de financiar la fuga .
Durante el juicio por el triple crimen, el alias de “La Morsa” fue mencionado varias veces, pero ningún testigo dio pistas sobre quién podía ser. Tampoco Lanatta.
Sin embargo, si bien Fernández no fue vinculado al asesinato, su nombre apareció relacionado por testigos con el negocio de la efedrina. No se avanzó en investigarlo. Lo que se juzgaba entonces era la autoría material e ideológica del triple crimen. Algo que para la Justicia quedó resuelto.
La fuga sirvió para revelar fotografías de Aníbal Fernández con personajes que también conocían a Martín y Cristian Lanatta y a Schillaci. El ex funcionario negó tener relación con “el Faraón” y su círculo de amigos, que trabajan para el kirchnerismo.