En diálogo con Canal E, Daniel Bilotta, analista político, analizó la estrategia legislativa del Gobierno y el escenario sindical ante la reforma laboral.
Presupuesto, FMI e institucionalidad política
Para Bilotta, la prioridad oficial es avanzar con las dos leyes en discusión: presupuesto y reforma laboral. Según explicó, el objetivo es principalmente externo: "El Gobierno necesita sacar las dos leyes para mostrar buena voluntad ante el Fondo Monetario Internacional".
El analista remarcó que la aprobación del presupuesto enviaría una señal interna de previsibilidad: "Si consigue sancionar el presupuesto, va a dar una señal de gobernabilidad porque va a decir cómo va a gastar la plata".
Además, recordó que durante la campaña internacional se exigió otro valor clave: "Lo que le reclamaron al Gobierno, y particularmente los Estados Unidos, fue institucionalidad, es decir, que llegue a acuerdos".
Respecto del horizonte legislativo inmediato, Bilotta fue prudente pero optimista: "Mi impresión es que, más allá de algunos desacuerdos y negociaciones, las dos leyes se van a aprobar".
Sin embargo, advirtió que la reforma laboral podría tener efectos limitados en el actual contexto económico: "Parece difícil que modifique lo que está moviendo una señal de estancamiento desde julio de 2024".
Afirmó que el Gobierno enfrenta una paradoja estructural: "Si abrís mucho la economía destruís el empleo, si la mantenés cerrada no hay competencia y los productos son de mala calidad".
Reforma laboral, empresarios y el rol del sindicalismo
Consultado sobre la posibilidad de que la reforma reactive el empleo privado, Bilotta consideró que la medida puede tener impacto, aunque limitado: "Terminar con la litigiosidad en la contratación es un paso muy importante".
Pero insistió en que el problema central trasciende lo normativo: "Si no cambia el clima de negocios, no creo que nadie salga a contratar".
Señaló que el país atraviesa un período recesivo en el que "todo el mundo admite que es muy difícil llegar a fin de mes", mientras que el Gobierno mira la elección de 2027 y la sociedad reclama mejoras inmediatas.
Bilotta también analizó el rol de los gremios, en plena convocatoria a una nuevamovilización. Sobre la negociación de la cuota sindical, afirmó: "La cuota sindical no va a ser compulsiva, pero va a encontrar un punto medio".
Después cuestionó el funcionamiento interno de las cúpulas gremiales: "La mayoría de los sindicalistas en la Argentina es un club de gente de la tercera edad que defiende un círculo cerrado".
Para Bilotta, el sindicalismo busca mantener el equilibrio sin romper el diálogo: "No veo que esa confrontación sea sin límites, creo que es parte de un acuerdo".