En diálogo con Canal E, Miguel Ponce, analista de comercio exterior, explicó el impacto que podría tener la mirada estratégica de Donald Trump sobre América Latina en plena cuenta regresiva para la posible firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea.
Ponce advirtió que la preocupación de Estados Unidos por América Latina obedece a una serie de movimientos que buscan reafirmar su hegemonía regional. Según explicó, “los imperios dominantes quieren ejercer de manera efectiva y excluyente su dominio en sus áreas de influencia”. En ese marco, destacó que Washington difundió recientemente su nueva Estrategia de Seguridad Nacional para América Latina, que apunta a reforzar su posición frente a China y Rusia.
El especialista señaló que este enfoque recuerda al espíritu de la histórica doctrina Monroe. “Esto tiene que ver con prácticamente reverdecer la idea de América para los americanos”, sostuvo, y señaló que los recientes vuelos de aviones norteamericanos sobre Venezuela, las advertencias hacia Colombia y la polémica toma de un barco petrolero son ejemplos de esta mirada estratégica.
En palabras de Ponce, “todo este tipo de cosas están indicando que claramente la mirada está puesta sobre América Latina”.
En ese escenario, el analista recordó que el próximo 20 de diciembre es clave para el debate sobre la firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea, un hito que también genera tensiones internas dentro del bloque europeo. Mientras Francia e Irlanda expresaron objeciones vinculadas a las salvaguardias agrícolas, otros países como Alemania e Italia manifestaron públicamente su apoyo.
Presión europea, tensiones agrícolas y la incógnita Trump
Ponce subrayó que las exigencias adicionales impuestas por la Unión Europea, especialmente las salvaguardias ambientales y productivas, obligan al Mercosur a reconsiderar su posición. “Era necesario reanalizar el acuerdo porque entran en conflicto dos visiones del comercio internacional”, explicó.
Asimismo, alertó que “las salvaguardias afectarían la producción de Latinoamérica, particularmente las carnes”, un punto que desató fuertes reacciones en Francia y otros países del bloque.
El especialista describió el clima político europeo como contradictorio: mientras algunos gobiernos celebran el posible acuerdo, agricultores franceses y alemanes convocan a movilizaciones para frenarlo. En paralelo, circularon versiones sobre una estrategia de EE.UU. para acercar a países como Polonia, Hungría, Austria e Italia a su esfera de influencia, lo que complejiza aún más el tablero.
Frente a este escenario, Ponce planteó la pregunta de fondo: ¿cómo interpreta Trump el avance del acuerdo Mercosur-UE y qué rol jugará en él? Algunos analistas creen que podría respaldarlo, ya que “acrecentar la alianza europea con el Mercosur permitiría alejarlo de China y Rusia”. Otros, en cambio, sostienen que su consolidación podría limitar la hegemonía estadounidense sobre América Latina.
Consultado sobre su percepción personal, Ponce fue contundente: “Mi sensación es que le molesta”, en referencia a Trump y su postura ante el eventual acuerdo. Sin embargo, agregó que la oposición del expresidente llegaría tarde, dado que tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tienen interés en cerrar el trato antes del cambio de conducción en el Mercosur.
“Lula quiere despedir su ciclo con la firma del acuerdo”, resumió el especialista.