Dos días antes del cierre de alianzas, Sergio Massa sellaba el acuerdo que horas más tarde se oficializaría con una foto junto a Alberto Fernández. “No ibamos a mostrarnos juntos sin antes dejar por escrito porcentajes en las listas y ciudades con las que nos quedabamos”, explican en la avenida Libertador, donde funciona el búnker del Frente Renovador. El acuerdo más importante para el tigrense pasa por los lugares que podrá conservar en el Congreso.
Massa logró mantener hasta diciembre de este año un bloque de 15 diputados nacionales. Pero la cosecha que comenzó con la elección de 2013 terminaría con apenas la protección de dos de esas bancas, ya que se vence el mandato de 13 de sus legisladores. Al bajar su candidatura presidencial, el líder del Frente Renovador comenzó a repetir con insistencia que en cuatro años tendrá una nueva oportunidad para pelear por la Casa Rosada. ¿Cómo se imagina conseguirlo? No solo ingresando al Congreso, sino también conservando el número actual de legisladores que le permita recuperar protagonismo en las discusiones parlamentaria de los próximos años.
“Es un acuerdo que nos salió carísimo”, reconocen cerca del candidato presidencial del Frente de Todos. Massa negoció con el kirchnerismo mantener una composición similar a la que tiene hoy el bloque Federal Unidos por Una Nueva Argentina, algo que el magro porcentaje que hubiese sacado por la tercera vía hubiese estado lejos de asegurarle.
Sergio Massa y un único fin: la supervivencia de su estructura
En la provincia de Buenos Aires no es sencillo, ya que por este territorio renuevan sus bancas Gustavo Bevilacqua, Carlos Selva, Raúl Pérez, Marcela Passo, Cecilia Moreau y Graciela Camaño. Esta última ya no forma parte del espacio, por lo que Massa cuenta cinco lugares en la lista de negociación. Sin embargo, entre los espacios que se consideran “entrantes”, además de Massa, el Frente Renovador admite que solo podría conseguir tres bancas más, por lo que acordaron compensar estos lugares con legisladores de otras provincias.
Por la Ciudad de Buenos Aires, el Frente Renovador pone dos bancas en juego ya que Carla Pitiot y Marco Lavagna (quien también se alejó en las últimas semanas para acompañar a su padre, Roberto Lavagna) asumieron en 2015. Si en esta lista no consigue dos lugares, serán los territorios del norte del país los que compensen esta pérdida. Massa confía en que el acuerdo por las bancas que quedará plasmado hoy en la Justicia se concrete. Sabe que de los 15 legisladores puede perder alguno en el camino, pero confía tener un bloque de, al menos, 12 legisladores.