Ramón Granero, exsecretario kirchnerista de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) entre el 2004 y 2011, se encuentra a un paso de ir a juicio oral por tráfico de efedrina. La Cámara de Casación rechazó un recurso de queja que presentaron sus abogados.
Durante su gestión, se estima que el tráfico de la sustancia en el país se multiplicó. En 1999 era de 1.119 kilos y, a la mitad de la gestión de Granero en 2007, alcanzó los 20.450 kilos, su pico máximo.
Debido a la resolución de Cámara, podría ir a juicio oral por el delito de introducción al país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes, habiendo efectuado una presentación correcta ante la Aduana y alterando posteriormente su destino de uso, que tiene una pena de cuatro a quince años de prisión.
El 15 de julio pasado, la jueza María Servini de Cubria procesó a Granero, al ex director de Planificación y Control del Tráfico Ilícito de Drogas y Precursores Químicos y ex subsecretario Técnico de Planeamiento y Control del Narcotráfico de la SEDRONAR, Gabriel Yusef Abboud y a Julio De Orue, ex director del Registro Nacional de Precursores Químicos del mismo organismo.
Para la magistrada, incumplieron el deber de funcionario público debido a que la efedrina ingresada de manera legal al país para la producción de medicamentos terminó utilizándose para fabricar estupefacientes.
Aparte, destacó un informe de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) acerca de que el consumo de efedrina "en la industria farmacéutica, resulta sumamente bajo en relación a los miles de kilos importados".
No. En tanto, el exsecretario personal de Granero, Miguel Zacarías, se negó a prestar declaración indagatoria ante la magistrada.
Según detalló Diario Perfil, el pedido de indagatoria fue realizado en noviembre del año pasado, pero los hermanos Máximo y Miguel Zacarías habían alegado distintos problemas para presentarse a cumplir con este requerimiento. Se sospecha que utilizaron su empresa de emergencias médicas, Emerger, para facilitar el tráfico de más de cuarenta toneladas de efedrina, sacando provecho de sus vínculos con el Estado, que luego fueron desviadas al narcotráfico entre 2004 y 2009.