“Los documentos son parte de la evidencia que tiene la Justicia de Brasil”. Así contrarrestó el periodista peruano Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros, al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. El jefe de los espías quedó envuelto en el caso de sobornos conocido como Lava Jato tras la revelación de que un financista de la constructora Odebrecht le giró casi US$ 600 mil en 2013, mientras se reactivaba en la Argentina la obra del Soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. La empresa está siendo investigada por el pago de coimas en Brasil, Argentina y otros diez países.
Gorriti es la cabeza de un equipo de periodistas que viene siguiendo al operador financiero Leonardo Meirelles, uno de los arrepentidos de Lava Jato, encargado de desviar pagos al exterior a pedido de Odebrecht. Entre el 25 y el 27 de septiembre de 2013, Arribas recibió en su cuenta en Suiza cinco giros por un total de US$ 594.518 desde una cuenta bancaria en Hong Kong, que controlaba Meirelles a través de la empresa offshore RFY Import & Export Limited, como reveló La Nación con la colaboración de IDL-Reporteros.
El periodista contó a PERFIL que Meirelles había pedido permiso a los fiscales del Lava Jato para viajar a China y recoger los registros de los pagos que había desviado desde varias firmas offshore a los destinatarios de las coimas de Odebrecht. El financista confesó su rol en la estructura de sobornos y obtuvo un acuerdo para mejorar su situación.
“Esto no es una cuestión de opiniones, hay documentos según los cuales se llevaron a cabo depósitos por un total de US$ 594.518, mediante cinco giros, y no uno”, dijo Gorriti en una entrevista con el periodista Gustavo Mura.
El jefe de la AFI sostiene que sólo recibió uno de los cinco giros de Meirelles y que fue en el marco de la venta de un inmueble en San Pablo. “Si el señor Arribas sostiene que sólo recibió US$ 70 mil, yo creo que la posibilidad de demostrar una cosa o la otra es muy sencilla, con una revisión clara y efectiva de los estados de cuenta”, agregó Gorriti.
PERFIL reveló en diciembre que ejecutivos de la constructora brasileña confesaron que la compañía habría pagado sobornos por US$ 35 millones a funcionarios argentinos entre 2007 y 2014. Las coimas de Odebrecht, según sus propios ejecutivos y colaboradores, siempre se habrían pagado a través de “intermediarios”. Los sobornos eran gestionados desde el “departamento de coimas”, en San Pablo, también conocido como Departamento de Operaciones Estructuras. El dinero de Odebrecht salía de sociedades offshore manejadas por Fernando Migliaccio, alias “Waterloo”. Los fondos ilegales llegaban a sociedades offshore controladas por los intermediarios y desde allí, se transferían a los funcionarios por distintos canales. Se hacían transferencias hormiga, de montos poco llamativos, en dólares.
Según el arrepentido Meirelles, Arribas sería uno de los intermediarios. El entonces representante de jugadores e íntimo amigo de Macri se encontraba en San Pablo. No era funcionario pero su relación con el entonces jefe de Gobierno porteño era tan estrecha como ahora. Los pagos a su cuenta ocurrieron justamente cuando se reactivara la obra del soterramiento del Sarmiento, acordada entre el gobierno kirchnerista y la gestión macrista, y en la que participan Odebrecht y Iecsa, de Angelo Calcaterra, el primo de Macri.