POLITICA
en la emergencia

Coronavirus: El Presidente decidió ponerse al frente y silenciar las internas

Después de traspiés en mensajes oficiales, Alberto concedió entrevistas y habló por cadena nacional. Mantuvo su estilo protagónico y lideró la comunicación.

alberto fernandez cadena nacional 20200314
ANÁLISIS. El Presidente y su equipo viendo la transmisión en vivo del mensaje por cadena nacional. | cedoc perfil

Debía ser un mensaje con autoridad pero expresado de manera natural, que contenga cierta pedagogía y en el que se destaque el cuidado a los adultos mayores. Mientras repasaba el objetivo y la letra del discurso, Alberto Fernández se frotaba las manos con alcohol en gel. Ante el avance del coronavirus, el Presidente decidió ponerse al frente de la comunicación y el anuncio de las medidas que tomará la Argentina ante la pandemia.
A su equipo no lo sorprendió. Desde la campaña electoral, Fernández muestra un estilo de conducción con fuerte protagonismo. En la gestión lo conservó y se mantiene alerta hasta en los detalles menores como fue la corrección del texto mientras practicaba con el telepronter minutos antes de grabar su primera cadena nacional. Una vez terminada, pidió verla junto a su equipo. Allí estuvieron Ginés González García (ministro de Salud), Julio Vitobello (secretario general de la Presidencia), Gustavo Beliz (secretario de Asuntos Estratégicos), Juan Manuel Olmos (jefe de Asesores), Alejandro Grimson (Consejo Asesor) y Juan Pablo Biondi (secretario de Comunicación), entre otros. “Está ok, mándenla”, dijo. Se quedó en su despacho, en donde más tarde volvió a ver el mensaje por la televisión.

“Ante una crisis o una pandemia, la gente quiere ver a quien votó haciéndose cargo y encima de los problemas”, dijo uno de los que estuvo con Fernández en la preparación del discurso. Otro funcionario cercano explicó que “ante las pandemias quienes hablan no son los políticos, recomiendan que hablen los especialistas pero acá había que darle un impulso fuerte a una campaña, un mensaje muy claro a las personas mayores y que hable el Presidente también hace que se terminen las internas que la propia crisis genera”.

Fernández evaluó cómo reaccionaron los jefes de Estado de otros países. Asegura que todos se pusieron al frente, incluso Donald Trump a pesar de que repite que lo hizo tarde.

Su enojo con el ministro de Salud quedó en la intimidad y en público lo sostuvo

Fernández busca mostrarse atento ante una situación que describe como “muy veloz”. Lo contrario a la sorpresa que mostró Ginés González García semanas atrás y que desataron las internas del Frente de Todos y la propia molestia presidencial. La demostración de autoridad ante el mensaje tenía dos objetivos: que la ciudadanía entienda que tiene parte de la responsabilidad ante la propagación del coronavirus y terminar con las peleas dentro del Gobierno. Su enojo con el ministro de Salud por sus declaraciones quedaron en la intimidad y, en cambio, debió sostenerlo en público, ante el avance de sectores contra el ministro. En la Casa Rosada señalan a La Cámpora.

El segundo objetivo tenía que ver con hablarle a los adultos mayores. Por padecer enfermedades preexistentes, son más vulnerables a contagiarse coronavirus y que éste le provoque la muerte. Aunque saben que los casos se multiplicarán, la Casa Rosada espera que la Argentina sea uno de los países con menores índices de mortalidad.

“No asume ningún riesgo al ponerse al frente, es una pandemia que afecta a todos los países, el riesgo lo asume si el sistema no está preparado y las muertes se vuelven catastróficas. Estamos preparados para que eso no suceda”, dicen en el Gobierno.

Hasta el lunes, parte del gobierno estaba enfocado en terminar el proyecto de la legalización del aborto y la reforma judicial. El martes todo cambió y el coronavirus fue la prioridad de cada una de las áreas. Para la reunión interministerial que el Presidente encabezó ayer, se le pidió a cada funcionario las medidas que desde su cartera habían tomado y se tomarán para controlar el virus.

Ayer en la Casa Rosada se discutía que pasará con los proyectos que enviarían al Congreso y anuncios de otros ministerios. “El índice de inflación bajó a 2 puntos y pasó como si nada”, repetía un funcionario. Otro le replicaba que no pueden mostrar inacción en otras áreas por la pandemia. Pero el propio Fernández debió dejar de lado la renegociación de la deuda (su máxima preocupación) y concentrarse en el combate al coronavirus.