El ministerio de Desarrollo Social arrancó como uno de los más poderosos en la gestión de Alberto Fernández. Con las manos casi atadas por la deuda y la recesión, el presidente depositó en la cartera que conduce Daniel Arroyo muchas de las expectativas para mostrar resultados en la contención de sectores vulnerables.
De hecho una de las primeras iniciativas, la Tarjeta Alimentar, implica una inversión mensual de aproximadamente 300 millones de pesos mensuales por parte del Estado Nacional. Pero así como es uno de los ministerios más activos es también de los más codiciados. Hoy, el ministerio fue mala noticia: lo denunciaron por compras con sobreprecios en alimentos en el marco de la emergencia por coronavirus.
Desarrollo Social tiene recursos y despliegue territorial. Pero de la toma de decisiones participan muchos sectores. Al ministerio entraron los movimientos sociales (están Barrios de Pie y el Movimiento Evita), La Cámpora (a través de Laura Alonso) y hombres y mujeres vinculados a intendentes y gobernadores. También deja huella Carlos Castagneto (a través de una funcionaria en la dirección de compras), quien fue viceministro de Alicia Kirchner.
Fuego amigo: Grabois le apuntó a Arroyo por sobreprecios en compras
Pero también participa de manera indirecta Victoria Tolosa Paz (ex candidata en La Plata, en pareja con “Pepe” Albistur) que conduce el Consejo de Políticas Sociales y hasta Juan Grabois, el dirigente de la CTEP que fue el primero en exponer y criticar la compra de Desarrollo Social.
“Lo más difícil es el fuego amigo”, reconocen en el Ministerio. Arroyo salió a explicar que la compra con sobreprecios tuvo que ver con la urgencia y con que no sobran los proveedores que puedan cubrir con velocidad. Hacia adentro, el ministro buscó responsables y apuntó contra la dirección de compras, porque si bien la emergencia habilita contratación directa y tal vez no se compruebe ninguna acción irregular, hubo alguien que eligió empresa vinculadas a un mismo empresario, Víctor Lusardi, curiosamente denunciado por macristas y kirchneristas en diferentes partes de la historia contemporánea.
"No se pagó un peso de lo que se publicó en el Boletín Oficial", explicaron fuentes del Ministerio. ¿Se dará marcha atrás con la compra? Habrá que ver si es legalmente posible.
¿Descartará Arroyo un intento interno por sacarlo del cargo? Un cargo que, sin dudas, tiene muchos pretendientes. Sin dudas, un mal trago para un ministro que viene con una ficha limpia y quedó envuelto en algo que lo deja mal parado.