El baño en suite donde fue hallado muerto al fiscal Alberto Nisman no es de grandes dimensiones: tiene unos dos metros y medio por tres de largo, pero tiene espacio suficiente para que entren hasta cinco personas.
Si bien el dictamen ratificado esta semana por Osvaldo Raffo, Julio Ravioli y Daniel Salcedo no habla de la presencia de una tercera persona en la escena, el equipo de la jueza Sandra Arroyo Salgado no lo descarta.
Según la querella, antes había sido ejecutado de rodillas frente a la bañera y luego el cuerpo fue movido. Así lo demostrarían las manchas de sangre (lavadas y presentes) y el rastro de agarre y deslizamiento de los dedos de una mano sobre uno de los brazos de la presunta víctima.
¿Pudo haberlo hecho una sola persona? PERFIL logró saber que los peritos presentarán una segunda parte del informe en el que agregarían la posibilidad de que haya actuado un segundo homicida. “Una secuencia fáctica posible es que alguien lo sostuviera del brazo mientras otra persona le colocaba el arma en la cabeza”, indicaron a este diario.
La bacha, donde se hallaron manchas de sangre lavadas, está ubicada al frente de la puerta, la bañera a la izquierda y el bidé y el inodoro a la derecha. En esa superficie, Nisman, de 1,82 metros de altura, fue hallado tendido boca arriba el domingo 18 de enero. El torso estaba levemente movido hacia la derecha y las piernas rectas. Ambas manos estaban volcadas hacia arriba, a la misma altura. Según el equipo de peritos liderado por Osvaldo Raffo, esa posición no se corresponde con la mecánica del disparo.
La sangre que había salpicado la mesada no fue advertida por la fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación, debido a que los peritos de la Policía Federal no contaban con luminol, un compuesto químico que reacciona frente a la sangre y otras sustancias.
Según esa hipótesis, en el momento en que ocurrió el disparo el fiscal estaba arrodillado y el asesino sujetaba junto a su mano, la pistola Bersa calibre 22, que le colocó en la cabeza y apretó el gatillo.
La sangre salpicó la mano derecha del fiscal, pero existe una línea en la que no se encontraron manchas hemáticas, eso indica a los peritos que algo obstruyó su camino. Creen que fue la mano del supuesto asesino, así lo demostraría la sangre que se encontró de manera parcial y la ausencia de plomo, antimonio y bario, partículas residuales de los disparos de armas. La fiscal Fein entendió que no era necesario contrarrestar el resultado negativo de dos pericias de Microescopía Electrónica de Barrido, realizadas en dos laboratorios forenses. Consideró que las condiciones del disparo no podían ser reproducidas. Otro de los puntos que indica para los forenses que el cuerpo no estaba en la posición en que se encontró y la presencia de otra persona es que la palma derecha no tenía sangre, en cambio, el dorso de la mano izquierda sí lo tenía.
Los análisis toxicológicos e histopatológicos arrojaron que Nisman estaba lúcido cuando murió. En conferencia de prensa Arroyo Salgado, hizo hincapié en que la sustancia hallada, un psicofármaco, era de uso habitual de su ex marido y la presencia de alcohol en el estómago era mínima y es probable que haya sido producto de la fermentación de alimentos.