Alejandro Crespo, el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático, decidió romper moldes al momento de negociar paritarias y se convirtió con la extensión del conflicto, que incluyó la toma del ministerio de Trabajo, en una figura con condiciones de pegar el salto a la política. Una idea que desde el Partido Obrero y el gremio se encargan de alimentar.
El hombre del neumático, allá por septiembre, se encargó de ganar volumen mediático a raíz de una discusión salarial compleja: las cifras de actualización de haberes que puso sobre la mesa distaban de los cálculos empresariales. Sin acuerdo, el dirigente, con militancia en el PO, paralizó fábricas y encaró una toma de la cartera laboral que duró días, en medio de críticas del Gobierno y de varios sectores de la CGT. Aún hoy, más de un representante sindical que pisa la calle Azopardo se pregunta, con sorna “¿qué consiguió Crespo?”.
A la distancia, el representante considera que la pugna que protagonizó, la cual terminó con saldo favorable para los intereses del sindicato, significó lisa y llanamente “un triunfo”, que se dio por la falta de deudas con la patronal y por el apoyo del movimiento de desocupados y piqueteros combativos, tal como reflejó en su última aparición pública, en un acto de su partido en Plaza de Mayo. Además, destacó el apoyo de organizaciones gremiales extranjeras del neumático. “Todo lo que pasó demostró la vigencia del clasismo como único método de organización y dirección de los trabajadores para obtener conquistas y construir futuro para sus familias”, expresó, en tono alto, ante miles de simpatizantes del espacio que integra el FIT, que no dudaron en aplaudir sus palabras.
Y, claro está, con el bagaje de Crespo, más de un integrante de la fuerza de izquierda se ilusiona con que el apellido del líder del colectivo sindical figure en alguna boleta del Partido Obrero el año próximo. Es más: en diálogo con PERFIL, una de las máximas figuras del espacio afirma que “sería un candidatazo” y que si él quiere, tendrá la postulación. Pero al mismo tiempo advierte que “sería muy difícil reemplazarlo en el sindicato, es una figura consolidada”.
Maximiliano Bronzuoli, secretario gremial de la comisión del Sutna, una de las personas que acompañó al dirigente durante su recorrido de los últimos años, aporta ante PERFIL que no se puede descartar que su compañero forme parte de una nómina en 2023. El motivo que esgrime es que posee “todas las condiciones” para “mejorar” la política y que podría llevar la voz de los trabajadores al Congreso.
De todos modos, hoy la cabeza del gremio aparece concentrada en tareas sindicales. Sin negar ni confirmar ninguna de las chances que se barajan en torno a su futuro, recorre el país para fortalecer delegaciones regionales, porque como añade su entorno las condiciones laborales de las provincias deben mejorar “muchísimo”, como en Córdoba. Y estuvo en Brasil en noviembre, estrechando vínculos con los sindicatos del neumático de dicho país.
