La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró un nuevo hangar de Aerolíneas Argentinas (AA) en el aeroparque Jorge Newbery. No fue un mero acto de presentación: la mandataria respaldó al presidente de la línea de bandera, Mariano Recalde y cuestionó duramente a los gremios aeronáuticos.
"A Mariano Recalde no lo puso el Espíritu Santo, lo puso esta Presidenta electa por mandato popular", enfatizó. Además, destacó que el Estado argentino, en 2009, "se hizo cargo de la empresa quebrada, vaciada" cuando "el mundo se caía a pedazos, y sin embargo tomamos la decisión sin echarle la culpa a nadie".
"Es complicado conducir cualquier empresa con seis sindicatos, con las cuales hay que articular decisiones", agregó la mandataria, en referencia a los seis gremios que nuclean a los trabajadores de AA. Y remató: "La cuestión no es enfrentar a nadie, sino convencerlo de que trabajen. No hay que pelear, no hay que confrontar".
Gremios. Cristina denunció un "boicot encubierto" contra la empresa y apuntó a los sindicatos con los que mantiene un enfrentamiento: se tomó su tiempo para enumerar cuánto cobra en promedio un empleado de cada organización, con sueldos de entre 11.500 y 21.000 pesos.
Luego evocó la tendinitis que sufrieron los trabajadores del subte durante el último paro: "En mayo de 2008 hubo un problema de colitis: vuelos que quedaron colgados en Roma, Auckland, y todos lugares donde los médicos no podían constatar esa simultaneidad de colitis", ironizó la presidenta.
"Durante la gestión de Julio Alak, en mayo de 2009, cancelaron 14 vuelos porque los pilotos adujeron vibraciones en los flaps", agregó, y sostuvo que "el último conflicto nos hizo perder 20 millones de dólares".
"Muchas veces no me da el cuerpo, tengo que salir y poner la mejor sonrisa. Cuando veo que alguien aduce tendinitis, o cualquier cosa me siento casi una estúpida. Se me murió el compañero de la vida, tengo dos hijos hechos pelota y tuve que salir a ponerme al hombro la Argentina", concluyó Cristina.