Cristina Kirchner salió esta semana a buscar el voto en la zona agrícola bonaerense (visitó un tambo en Lincoln) porque sus asesores le aseguraron que la pelea con los candidatos de Cambiemos está muy pareja, y le recomendaron que trate de convencer a los sectores que son reacios a votar al kirchnerismo.
La idea de perforar el famoso “techo” que le atribuyen a la ex presidenta por la imagen negativa surgió de encuestas que, según dicen ellos, indican una diferencia para agosto mínima de tres o cuatro puntos a su favor. “No nos sobra nada. Tenemos que juntar votos de todos”, explicó un dirigente kirchnerista cercano a CFK.
La orden también llegó a los candidatos distritales. Uno de los integrantes a diputados nacionales de Unidad Ciudadana, que milita en el Conurbano, le dijo a PERFIL que en las próximas semanas hasta la elección tratarán de seducir a la clase media que votó a Mauricio Macri y está desencantada porque le va peor económicamente.
“En mi distrito cerraron comercios y bajaron mucho las ventas. Antes, esa clase media se endeudaba para viajar al exterior. Y ahora lo hace para ir al supermercado. Sobre ellos tenemos que trabajar”, confesó el candidato.
“Nosotros tenemos que ser el voto útil contra el Gobierno”, analizó otro dirigente en diálogo con este diario. El problema, sostienen, es que el votante de Sergio Massa, que conserva una buena porción en tierra bonaerense, es el menos propenso a votar a Cristina. “Nosotros identificamos que el voto massista, de agosto a octubre, si es que se muda, se muda a Cambiemos”, explicó un diputado nacional kirchnerista.
En paralelo, en el círculo más cercano a la ex presidenta evalúan que es un escenario muy posible que el juez federal Claudio Bonadio ordene la detención de Cristina Kirchner antes de las elecciones de octubre en la causa en la que investiga si los alquileres de inmuebles de la familia de los Kirchner eran sobornos para la adjudicación de obra pública.
Esta semana, Bonadio detuvo al contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, y advirtió en declaraciones a Radio Mitre que no se rige por el calendario electoral a la hora de avanzar con una causa. En el búnker K lo leyeron como un mensaje de que irá por “todo”. Ayer, lo deslizó el abogado de CFK y Manzanares, Carlos Beraldi. Dijo que Bonadio quiere interferir con “el proceso electoral”.
El debate es un poco más amplio y alcanza a un supuesto intento de proscripción por vía legislativa, en caso de que no funcione la vía judicial. “¿Si juntan los votos para echar a De Vido, por qué no los van a encontrar para impedir que Cristina asuma como senadora?”, se preguntó un abogado que conoce a la ex presidenta. El entorno de ella cree que el Gobierno no desea ese escenario, porque favorecería su victimización, pero piensan que a Bonadio lo motiva un encono personal y que no es influenciable por la Casa Rosada.
Mientras tanto, se esperan más apariciones de Cristina, sobre todo en el conurbano bonaerense, pero también en el interior, con un eje discursivo que insistirá sobre las consecuencias económicas de las políticas de Macri.