La presidenta Cristina Fernández de Kirchner expuso esta tarde frente a la Asamblea General de la Organización para las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
La mandataria argentina centró su discurso en la crisis de la deuda argentina y tomó como parámetro una de las preocupaciones de la Asamblea de este año: los conflictos bélicos en Oriente Medio y la lucha contra el extremismo islámico en Siria e Irak.
Cristina sostuvo que "los problemas que tiene el planeta en lo económico, en materia de terrorismo y de seguridad, en materia de fuerza e integridad territorial, en materia de guerra o de paz, se debe precisamente a lo contrario: a la ausencia de una multilateralidad efectiva, concreta y democrática".
En razón de ello, la Presidenta expresó su agradecimiento a la Asamblea General "por la sanción número 68/304 que se produjera el 9 de septiembre donde se decidió por fin abocarse a la construcción de una convención multilateral que genere un marco jurídico regulatorio en regulación de deuda soberana".
Cristina sostuvo que la Argentina configura una "triple leading case" en materia de reestructuración de deuda, fondos buitre y terrorismo. Asimismo, indicó que "la crisis económica que se dispara para el resto del mundo, como en 2008, ahora comienza a amenazar a las economías emergentes". La jefa de Estado afirmó que "esa crisis mi país la vivió en el año 2001, cuando se produjo el default de deuda soberana más grande del que se tenga memoria".
También hizo un racconto de la deuda argentina al explicar que y afirmó que "nadie se hizo cargo, la Argentina tuvo que hacerse cargo como pudo" de la situación económica vivida con la crisis iniciada a principios de la década pasada. El punto resultó propicio para recordar a Néstor Kirchner: "Y en 2003, un Presidente que había asumido con el 22% de los votos vino a esta asamblea, y sostuvo que era necesario crear un modelo de crecimiento para el país, para que pueda pagar".
Cristina aseguró que "gracias al modelo de crecimiento pudimos generar millones de puestos de trabajo, millones de nuevos incluidos en el sistema financiero, destinar sumas de dinero a la infraestructura del país: centrales nuclares, hospitales, escuelas, redes de agua".
Continuando con las bondades de su gestión, Cristina afirmó ante la Asamblea General que "reestructuramos la deuda defaulteada con el 92,4% de los acreedores en dos canjes de deuda" y que "pagamos toda la deuda del FMI, que venía sosteniendose con bicicletas financieras".
Asimismo, la mandataria comentó que el país concluyó la negociación de la deuda con el Club de París, y que se llegó a un acuerdo con Repsol "cuando decidimos recuperar nuestros recursos energéticos y expropiamos el 54% de sus acciones".
Cristina aseguró que la segunda pata del "triple leading case" es el conflicto con los tenedores de bonos de deuda no reestructurados, los fondos buitre. "Ningún líder populista le puso ese nombre", aseguró la Presidenta y recordó que "uno de los primeros líderes que lo mencionó fue el exPrimer Ministro ingles Gordon Brown".
La jefa de Estado criticó la tasa usurera de rentabilidad del 1600% en cinco años al preguntar "qué empresario puede obtener semejante ganancia", para luego señalar que "somos un país que tiene capacidad de pago, voluntad de pago y que va a pagar su deuda pese al acoso de los fondos buitre", a quienes acusó de "actuar como verdaderos desestabilizadores de la economía, casi como unos verdaderos terroristas económicos y financieros".
