"A partir del año 2003, los argentinos tocamos fondo, con 22 por ciento de desocupación" dijo ayer la presidente Cristina Fernández de Kirchner en la inauguración de la fábrica textil Santa Ana de Puerto Tirol, Chaco, y agregó que "hoy podemos exhibir con orgullo este 7,5% y también el descenso de la pobreza, de la indigencia, el crecimiento de nuestras exportaciones".
"Significa, en síntesis, una política destinada a cambiarle la vida a los argentinos", concluyó la presidenta. Los números, sin embargo, no cierran. Al menos eso cree Tomás Raffo, economista de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), que ayer rebatió los datos de Cristina en Magdalena Tempranísimo, de Radio Continental.
"Si uno mide no el crecimiento del Indec de Moreno, sino que toma otros indicadores como puede ser el índice de precios de Mendoza, el de supermercados, la evolución del IVA, que están todos por arriba del 20%, en realidad lo que termina pasando es que la pobreza es mucho más que lo que decía el gobierno ya a mitad del año 2007", aseguró Raffo, "pero con el agravante de que las personas que pasan hambre habrían aumentado de un 10% a prácticamente un 13 por ciento".
"Consecuentemente lo que esto indica es que en realidad el crecimiento económico no derrama ya lo que derramaba antes y los problemas sociales siguen estando presentes", completó el economista.