La gira de la presidente Cristina Kirchner por la República de Italia tuvo un inesperado percance. Ayer al mediodía se celebró en el Coliseo los 150 años de la unificación italiana. De la fiesta participó el presidente Giorgio Napolitano, de 84 años y el rey Juan Carlos, de España. Había en total otros 42 jefes de Estado y más de 40 comitivas oficiales. Pero Cristina faltó. La razón fue que quiso evitar exponerse a las altas temperaturas, según informó La Nación.
Desde el Gobierno se apuraron a desmentir que haya faltado por esa razón, aludiendo que "nunca estuvo previsto que fuera al desfile", según las palabras del vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro. Sin embargo, la presencia de la Presidenta figuraba en la página oficial de Palazzo Quirinale, la residencia de Napolitano, y también en un cable de la agencia Télam, de anteanoche. "La Presidenta tiene previsto para el jueves asistir a las actividades por los festejos del aniversario de la unificación".
Al parecer Cristina decidió no asistir al acto después de hablar con los organizadores. Ella pidió ir al desfile, pero retirarse antes del final, lo que fue negado. Por eso decidió no ir. El alerta se había encendido el domingo pasado, cuando el personal de la Presidencia había chequeado el lugar y veía complicado para Cristina soportar la temperatura. Esto no es nuevo. En su visita a México, toda la organización había estado pendiente de que la jefa del Estado evitara el calor.
A la noche sí. Cristina salió del hotel cuando caía el sol y se subió al auto que la trasladaría hasta el Palazzo Quirinale, para la segunda parte de las celebraciones. Disfrutó del concierto de la orquesta de cámara de la academia nacional de Santa Cecilia, en la capilla Paolina, y la cena de honor.