La presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner volvió a hacer gala esta semana de su generosidad monetaria para hacer política y sostener el relato oficial. Generosa con fondos públicos, claro.
Ahora fue el turno de la causa Malvinas y de una promocionada nota enviada por ella al primer ministro británico, David Cameron, donde reafirmaba los derechos argentinos sobre las islas y lo instaba a negociar.
No le salió bien, porque el gobierno del Reino Unido volvió a rechazar el diálogo, pero qué importa. La imagen es todo. Y para eso inundó con "su" carta las páginas de numerosos diarios argentinos e ingleses, en formato de aviso publicitario y pagando aproximadamente un millón de pesos. Nada, al lado de la multimillonaria pauta oficial que el kirchnerismo usa para disciplinar medios.
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