La presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo hoy un fuerte reclamo para que la sociedad se comprometa en la lucha contra la inseguridad, al pedir a los ciudadanos que tengan "conductas que castiguen fuertemente a aquellos que se ponen afuera de la ley, violando, estafando o robando".
Durante un acto en La Plata, la jefa de Estado hizo referencia al intento de robo del auto de la custodia de su hija Florencia Kirchner días pasados y recordó que los ladrones iban en una camioneta que sus dueños habían entregado a "reducidores" para supuestamente estafar al seguro del vehículo, cobrando por el delito.
“Cuando me llamaron a las 11.30 de la noche, que casi me paraliza el corazón porque tenía mis dos hijos afuera y llamó uno de los jefes de la custodia, cosa que nunca sucede, pensé que algo terrible había pasado”, confesó durante su discurso.
Fernández de Kirchner aclaró que contaba este caso porque "es necesario, para combatir la inseguridad, el compromiso de todos: no solamente de las autoridades y las instituciones, sino también de los ciudadanos y ciudadanas para no permitir comportamientos de esta naturaleza que muchas veces se vuelven comunes”.
“Una mejor sociedad no se hace únicamente con una presidenta que ponga fondos para patrulleros o policías; o con un gobernador que le dé más plata a la Justicia. La hacen también ustedes teniendo todos conductas que castiguen fuertemente a aquellos que se ponen afuera de la ley, violando, estafando o robando”, sentenció.
En su discurso, la jefa de Estado destacó que su gobierno tiene “un fuerte compromiso” con la lucha contra la inseguridad, aunque aclaró que lo hace “sabiendo que no hay mejor garantía para poder construir seguridad para los ciudadanos que cada vez haya más argentinos que tengan trabajo y que sean mejor remunerados”.
Cristina también habló de las próximas elecciones y volvió a acudir al “infierno” al cual siempre hizo alusión Néstor Kirchner durante su mandato. La presidenta llamó a la población a apoyar a su gobierno para "profundizar este modelo que nos ha permitido salir de aquel infierno" de 2001 y garantizó que no dará "un paso atrás" a pesar de la oposición de "intereses minoritarios, pero poderosos".
Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada por la emoción, la jefa de Estado sentenció: "En nombre de todas las cosas en las que siempre creí y del compromiso que siempre tuve desde muy joven, podrán decir o hacerme las cosas más terribles, pero no voy a dar un paso atrás en todas conquistas que hemos conseguido".
La jefa de Estado pidió “empezar a hablar de las cosas que hemos hecho y dejar de lado las descalificaciones y los agravios” y remarcó que puede “mirar a todos y a todas a los ojos y a contar las cosas que se han hecho”.
Remarcó que en los últimos 6 años, durante el gobierno de su marido Néstor Kirchner y el actual, se han realizado cosas “que nadie hubiese creído” en la campaña como “desembarazarse del FMI, tener el índice de desocupación más bajo y alcanzar un récord de las exportaciones”.
