Cristina Kirchner llegará a la presidencia del Senado acompañada por un séquito de colaboradores a quienes logró ubicar en los lugares de máxima relevancia del organigrama parlamentario. A diferencia de la gestión de Gabriela Michetti en la que los cargos se repartieron entre los integrantes de la coalición Cambiemos, en este caso la futura vicepresidenta se quedó con buena parte de los lugares.
La Secretaría Administrativa, que manejó el PRO durante estos últimos cuatro años con Helio Rebot, tendrá a partir del 10 de diciembre a María Luz Alonso, ex diputada nacional y referente de La Cámpora de La Pampa que fue electa como legisladora provincial, pero no asumirá para volver al Congreso Nacional. “Por Cristina Fernández de Kirchner”, fue el juramento que escogió Alonso el último miércoles cuando se votaron las nuevas autoridades, marcando la impronta de lo que será su gestión en la Cámara Alta.
Entre 2015 y 2019, la Secretaría Parlamentaria la ocupó el radical bahiense Juan Pedro Tunessi, pero ahora también estará en manos de un allegado a CFK: el saliente senador Marcelo Fuentes que comandó el bloque del Frente para la Victoria-PJ desde la ruptura con Miguel Angel Pichetto en 2017.
La Secretaría Administrativa la manejará María Luz Alonso y la Parlamentaria Marcelo Fuentes
Como senadora, Cristina mantuvo un staff de diez colaboradores, todos designados con la modalidad de planta transitoria. Entre ellos está su vocero Hernán Reibel Maier, que aún no definió si continuará con el rol junto a la presidenta de la Cámara o si migrará, y otras dos figuras clave que sí se mantendrán junto a la compañera de fórmula de Alberto Fernández.
Uno de ellos es Mariano Cabral, que será el nuevo prosecretario administrativo del Senado, en lugar de Mario Daniele. Cabral, que arrancó su trayectoria en la agrupación Peronismo Militante, se convirtió en secretario privado de Cristina en 2014, por recomendación del neuquino Oscar Parrilli ya que el joven dirigente es de la ciudad rionegrina de Cipolletti, vecina a la capital de Neuquén.
Quién es Mariano Cabral, el coautor tapado del libro de Cristina Kirchner
Según trascendió, este colaborador de Cristina fue uno de los que se puso al hombro el trabajo para la elaboración del libro Sinceramente y también la acompañó en varios de sus viajes a Cuba, para visitar a su hija Florencia. El otro secretario privado es Diego Bermúdez, quien también tiene vínculo por Parrilli, y que ahora pasará a comandar la prosecretaría de coordinación operativa, que ostentaba Angel Torres, un hombre cercano al ex gobernador y senador por Salta Juan Carlos Romero.
Tanto Cabral como Bermúdez se ubicaban en una categoría A-1, la máxima en el escalafón de trabajadores del Senado, con un sueldo cercano a los $ 130 mil, que puede incrementarse por conceptos por antigüedad, capacitación o por poseer títulos universitarios.
Para Cambiemos, en tanto, quedó reservada la prosecretaría parlamentaria, pero por la falta de acuerdo entre los integrantes del espacio que ahora pasará a ser oposición todavía no se conoció el nombre del titular del cargo.
José Mayans, el equilibrista entre el kirchnerismo y los gobernadores
Después de 18 años en el Senado, a José Mayans le tocará conducir la bancada del oficialismo en el regreso del kirchnerismo al poder y de a poco está comenzando a ganar protagonismo. El formoseño, oriundo de Clorinda, es uno de los hombres del gobernador Gildo Insfrán, a quien lo acompañó desde finales de los 90 en la Legislatura provincial y ahora sigue respondiendo desde el Congreso Nacional. En los archivos de medios provinciales, todavía queda registro de aquel 1999 en el que un Mayans visiblemente más joven se agarró a las piñas con Carlos Branda, un legislador peronista integrante de otra línea interna.
A los 62 años, Mayans ya no está para ponerle el cuerpo a las discusiones como en aquel entonces, pero sigue siendo muy enérgico. Tanto que a veces no se le entiende cuando habla rápido, lo que –en broma– preocupa a sus colegas del Senado ya que estará a cargo de los cierres de los discursos de su bloque que tendrá 41 senadores. A ese número mágico, cuatro más que el quórum, se arribó luego de trabajosas negociaciones que obviamente incluyeron su figura.
Según supo PERFIL, fue el propio Insfrán el que tramitó con Cristina Kirchner la presidencia del bloque para un senador que represente al grupo de los gobernadores. Después de ser el segundo de Miguel Angel Pichetto en el Bloque Justicialista y de quedarse con las manos vacías con la designación de Carlos Caserio cuando el rionegrino se pasó al oficialismo, ahora Mayans cree que llegó su momento.
Su postura en contra del aborto, que dejó explícita en la discusión que se dio en el Congreso, fue uno de los puntos que sorprendió al momento de su designación, porque Alberto Fernández dio pistas de su voluntad de avanzar en sentido contrario. Sin embargo, el electo presidente parece haber valorado más su experiencia como buscador de consensos que deberá sacar a relucir en la conducción de un bloque que originalmente había sido pensado como un interbloque por la variedad de matices que ostenta.
