La vicepresidenta Cristina Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se convirtieron ayer en los primeros afectados por el caso de posible espionaje ilegal al ser citados por la Justicia Federal de Lomas de Zamora. El juez Federico Villena los convocó para ser informados sobre los actos de los que fueron objeto. Tanto CFK como Rodríguez Larreta se encuentran en el grupo de personas que fueron espiadas y entre las que hay otros políticos, jueces, empresarios, sindicalistas, miembros de la Iglesia Católica, periodistas y representantes de organizaciones sociales, entre otros.
La hipótesis inicial de la investigación es la de una posible organización criminal, dentro del Estado nacional, dedicada a la realización de actos de espionaje interno, prohibido por la ley. Un objeto que pone bajo la lupa a la anterior gestión de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), cuando el organismo estaba bajo la órbita de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, ya que los hechos investigados ocurrieron durante la gestión de Cambiemos.
La citación es para mostrarles el material que hay sobre ellos en el expediente, respecto de espionaje y seguimientos sobre sus personas. Ambos podrían, si lo quieren, convertirse en querellantes en el caso.
En la causa hay prueba directa e indirecta de la forma en que se espió y se siguió a las personas alcanzadas en el caso, pero todo indica que la causa seguirá creciendo porque aún queda material por relevar. En tanto que ya hay cerca de una decena de agentes de la inteligencia local bajo investigación.
El universo de afectados podría dividirse en cuatro. Por un lado políticos, tanto de la oposición como del oficialismo; jueces; periodistas y un grupo que nuclea sindicalistas, miembros de la Iglesia Católica y organizaciones sociales.
Entre los espiados están tres jueces de la Corte Suprema; la ex presidenta y actual vice Cristina Kirchner; su hija, Florencia, y el ex presidente Eduardo Duhalde. Así como seguimientos a Horacio Rodríguez Larreta y a María Eugenia Vidal. También Diego Santilli, Nicolás Massot, Emilio Monzó, Graciela Camaño, Luis Barrionuevo y el obispo de Lomas, Jorge Lugones.
Entre las personas espiadas, además de los mencionados, está el camarista Martín Irurzun, Hugo Moyano, los intendentes Martín Insaurralde y Jorge Ferraresi, el padre José María Di Paola, Salvatore Pica (novio de Florencia Macri) e integrantes de la Comunidad del Pueblo Mapuche.
La investigación se ve como gigantesca y podría crecer aún más. “Puede llegar a ser de las más grandes de Argentina. Es personal del Estado puesto a violar la ley”, sintetizó una fuente.
Entre las maniobras investigadas hay distintas facetas. Por un lado están quienes fueron espiados, seguidos y también personas de las que hay material fotográfico y fílmico, en tanto que hay otras que involucran a personas que aparecen mencionadas, sobre las cuales se dialoga. Todo ese material debe ser cruzado a ver qué surge de allí, cómo se lo contextualiza.
El caso comenzó a instruirse en febrero pasado, luego de que se entregara ante la Justicia un acusado de narcotráfico que, cercado por la prueba en su contra, decidió cooperar con las autoridades. Pero su relato no quedó en la trama de narcotráfico que lo llevó tras las rejas sino que dio cuenta de la existencia de un abogado de la AFI, identificado como F.M., ese abogado se volvió la puerta de entrada a un entramado cuyos alcances son, de momento, insospechados.