Entrar a la casa de Daniel Santoro y no sentir tranquilidad es algo casi imposible. La voz de su esposa rusa, especialista en Feng Shui, cuyo español es algo trabado, el maullido y ronroneo intermitente de su gato naranja que pasea por todos lados, y el color verde que decora las paredes repletas de estatuas chinas, espejos y peceras, transmiten una paz que eclipsa el sonido de los colectivos que transitan sobre la avenida Córdoba, ubicada a pocos metros.
Allí, dándole la espalda a un buda que medita, el hombre que mejor conoce a María Julia Alsogaray revela a Perfil.com detalles de su último libro, María Julia. Espejo de la corrupción en la Argentina (Editorial Marea), una biografía de la mujer más poderosa, odiada y controvertida de la década del 90’. “María Julia fue un personaje que me cautivó desde que empezamos la investigación en Clarín en el 98' y este libro era una espina que tenía clavada en el pecho”, señala el periodista.
Desde un primer momento, Santoro quedó atrapado por la figura de Marijuly, pero aclara que no era sólo la mezcla de poder y corrupción la que la hacían cautivante. “Me atrapó porque era la menemización de la mujer de clase alta, que de odiar al peronismo, se mete con el peronismo, empieza a amar a Menem y la frivolidad del poder”, explica y afirma, sin dudar: “Jaime es hoy el María Julia de los Kirchner”.
- ¿Por qué dice que María Julia es un espejo de la corrupción?
- Yo creo que es la única política de alto nivel en la Argentina que estuvo presa 368 días en la cárcel que tiene la Federal en Palermo, la única a la que le han decomisado un bien, porque ahora hay una doctrina jurídica que dice “duele más meterle la mano en los bolsillos a los delincuentes de cuello blanco que mandarlos presos”. Ella se ha convertido en un espejo. Ricardo Jaime, según Luis Barrionuevo, el sindicalista que ha acuñado frases cínicas de alto vuelo, es el María Julia de los Kirchner.
- ¿Fue una de las primeras mujeres fuertes de la política, desde el 83’ hasta acá?
- Yo creo que sin lugar a dudas es una marca registrada. Fue la primera mujer con poder en la Argentina. Ella ha pasado a ser un emblema que aún hoy mantiene esa soberbia y esa inteligencia que siempre la caracterizó. Hay una frase de ella que para mi la resume. Cuando le ofrecen en el 89’ la privatización de Entel, le dice a un grupo de dirigentes de la UCEDE: “Si me sale bien la privatización, soy Juana de Arco coronando al rey de Francia, si me sale mal soy Juana de Arco quemada en la hoguera".
- ¿Cómo esta María Julia hoy?
- Está muy sola. Hay una soledad política muy fuerte. Me impresionó cuando cae presa en 2003, está frente al juez Canicova Corral, que le dice “Señora usted queda detenida a partir de este momento por la acumulación de causas judiciales”, y ella no lloró, mantuvo firmeza. Cuando quedó presa, dijo que no quería hacer un circo como Menem, y puso condiciones: sólo aceptó que su padre fuera a visitarla, su madre estaba enferma, evitó todo tipo de contactos periodísticos. Eso sí, iba a la tarotista, porque ella ha sido muy cabalera y supersticiosa toda su vida.
- ¿Menem y María Julia eran amantes?
- Si bien yo no me metí en la vida privada, Graciela Borges ha dicho que María Julia ha estado enamorada de Menem en un reportaje que le hizo Jorge Fontevecchia. Ella se inserta en el menemismo y cambia su vida personal: pasa de ser una monja de clausura en su vestimenta a lucir ropa de diseño y aparecer con el famoso tapado en la revista “Noticias” en el centro de esquí de Las Leñas.
Amor, sobresueldos y asesora en las sombras. Santoro explica que aquella relación “platónica” que sentían María Julia y Menem, no le impidió a la ex funcionaria destapar el tema de los sobresueldos menemistas: “Ella, para salvarse del juicio por enriquecimiento ilícito, por el cual finalmente fue condenada, dice: ‘Mis bienes se incrementaron casi 2 millones, pero lo justifico porque aparte del salario, estaban estos sobresueldos’, y ahí saltó este tema de los sobresueldos”.
Para entender la magnitud del escándalo, el periodista lo pone en cifras: “Son 4.100 millones de dólares durante los 10 años del Gobierno de Menem, distribuidos con fondos reservados de la SIDE a ministros, secretarios, políticos, jueces, periodistas, que ella lo justificó como ingresos propios”.
En respuesta, Menem le dice que está confundida, que no fue así. “Ella lo replica por primera vez, en ese relación de tantos años, y le dice que no: ‘El que está confundido es Menem’. Incluso ella estuvo molesta porque Menem se fue a Chile y no quiso volver cuando al justicia pedía su repatriación”, detalla Santoro. “Reinvindicando a María Julia, es el personaje más despreciado por los argentinos, pero nunca se escapó de la Argentina y siempre enfrentó a la Justicia, como va a enfrentar ahora un nuevo juicio oral y público por sobresueldos”, añade.
La revelación de pagos non-sanctos que hizo María Julia no dinamitó su vínculo con Menem. “La relación se golpea, pero nunca terminó de quebrarse, ella después fue una asesora oculta de Menem en la campaña presidencial de 2003, donde le llevo un plan de Gobierno por el tema del Medio Ambiente, pero no quería aparecer para no desprestigiarlo”.
El “María Julia” de los Kirchner. Para Santoro, cada gobierno tiene un funcionario que es la marca registrada de la corrupción estructural que perdura en el país. “Los periodistas elegimos como figuras emblemáticas de un Gobierno. En su momento lo fue María Julia, en parte productor por su soberbia, la forma en que enfrentaba periodistas, la forma en que enfrentaba trabajadores de Entel, aparte por esta ostentación que hacía de la riqueza. Ella quedo como marca registrada y ahora lo es Jaime con esa temeridad que tiene”.
-¿Usted cree que Jaime es el María Julia de los Kirchner?
-Sin lugar a dudas es el María Julia de los Kirchner. Los dos tienen ese nivel de temeridad increíble, porque esto de mandar a comprar un jet de 4 millones de dólares estando en ejercicio, habla de alguien que no le tiene miedo a la justicia y no le tiene miedo a los controles del Estado. En la cantidad de causas judiciales, ella tiene un récord de más de 36 causas y tres procesamientos confirmados y Ricardo Jaime va acumulando y acumulando cada vez más causas judiciales. María Julia es el espejo de Jaime sin ninguna duda.
-Tienen estilos diferentes, Jaime nunca habló de su vida en revistas...
-Seguro, esa es una diferencia. La temeridad es lo que los asemeja, pero Jaime nunca tuvo el nivel de exposición pública y mediática. Es increíble la cantidad de reportajes que María Julia dio durante todos esos años a la revista Gente, a todas las revistas del corazón donde contaba todo: hasta que usaba ropa interior Victoria Secret y que descubrió su sexualidad después de divorciarse. A diferencia, Jaime ha sido silencioso, pero los mecanismos que ha utilizado Jaime para la corrupción son iguales que los de María Julia.
-¿Qué diferencias hay entre la corrupción de los 90' y la corrupción K?
-Primero, en la época del menemismo la gran fuente de plata negra eran las privatizaciones y las concesiones del Estado, no había un Estado con tantos recursos como el que hay ahora. Hoy no hay empresas para privatizar o concesionar, pero lo que hay es una cantidad enorme de subsidios, que no había en la época de Menem. Lo de Jaime es manejar subsidios, 200 millones de dólares mensuales en subsidios al transporte publico en Argentina. En el menemismo los fondos de la corrupción provienen de privatizar y concesionar; en el kirchnerismo son subsidios y contratos de obra pública, como Skanska.
(*) de la redacción de Perfil.com