Al presidente de la Corte que agilizó los juicios de DDHH, la titular de Madres lo quiere "desenmascarar". A Schoklender, su exapoderado, lo disfrazaba.
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Cedoc
Ahora, más que nunca, a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, le interesa investigar a los "monjes negros" de la Justicia. Así como en 2011 se enemistó con Sergio Schoklender, el abogado que la acompañaba disfrazado de "monje negro", hoy apuntó contra el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, con quien antes compartía iniciativas ligadas a los juicios de delitos de lesa humanidad.
Después del acto con amenazas que realizó ayer en la puerta de Tribunales por la Ley de Medios, la referente en derechos humanos disparó: "Cada jueves voy a repasar la historia de cada uno de los jueces de la Suprema Corte; estamos haciendo una muy exhaustiva investigación para decir quiénes son, de dónde vienen, a quiénes apoyaron, con quiénes estuvieron".
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"Si no, nunca sabemos, parecen monjes negros. (Se trata de) saber quiénes son, por qué decimos lo que decimos y por qué actúan como actúan. El pueblo tiene que saber", enfatizó.
Uno de los argumentos principales de Bonafini contra el titular del máximo tribunal fue una supuesta reunión con el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto. "Si Lorenzetti se reunió con Magnetto, te das cuenta con quién va; no se reunió conmigo, a mí no me llamó, no me atendió y hasta ahora tampoco ha atendido a la gente del Gobierno, pero sí estuvo con Magnetto. Te das cuenta con quién está".
La bronca de Hebe contra Lorenzetti ya se había manifestado en 2010, cuando calificó a los jueces de "turros" y sugirió "tomar" el Palacio de Tribunales. Sin embargo, fue durante la gestión del magistrado que se impulsó la agilización de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante la Dictadura, e incluso la misma Bonafini participaba en 2007 y 2008 en actos y disertaciones del juez (como se ve en la foto).
No es la primera vez que la titular de Madres se pelea con los "monjes negros" de su pasado. En 2011, estalló en el seno mismo de sus organizaciones la pelea con su "hijo postizo" y lugarteniente, Sergio Schoklender.
Su relación era tan cercana que incluso habían estado juntos, disfrazados de bruja y de monje negro, respectivamente, en una fiesta en la sede de la organización de derechos humanos, que se conoció a través de una foto que publicó el diario LIBRE.
