POLITICA

De Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino a institución de "títeres"

Por Víctor Ramos | Tras la intervención del Instituto Manuel Dorrego, se paralizaron cursos e investigaciones. Ahora lanzan un ciclo de títeres.

En el instituto Manuel Dorrego lanzan un ciclo de títeres titulado "Obligados a dar la vuelta".
| CEDOC

Desde que intervinieron el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, se paralizaron las investigaciones, los cursos, las clases y seminarios. Las críticas y los debates internos: absolutamente.

La escandalosa y perversa persecución política e ideológica a sus empleados, docentes y miembros no deja de sorprenderme. Doce despedidos en cuatro meses, por pensar distinto. Una causa penal por "discriminación política" se ganó esta conducción.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El Interventor del Instituto, Carlos Caramello, no solo ha organizado la corrida de los disidentes y el cierre del "Centro Documental Jorge Abelardo Ramos" que oportunamente denunciamos, sino que ahora ha dedicado su tiempo a lanzar un ciclo de títeres que titula: "Obligados a dar la vuelta".

Como una paradoja siniestra, este pretendido "Interventor del Pensamiento", pretende ser el titiretero que "obliga" a los niños a dar la vuelta. ¡Que nombre! ante estas circunstancias.

El Instituto Manuel Dorrego, ya no es lo que fue. La frescura de los comienzos, cuando debatimos con Romero, Halperín Dongui, Quesada o Sarlo. Luego de poner en jaque a la "historia oficial" vinieron los cuestionamientos de La Cámpora y Teresa Parodi que administrativamente cortaron los recursos para volcarlos al "progresismo" de Carta Abierta y Ricardo Forster.

El joven y contestatario Instituto Dorrego que fundamos con Pacho O´Donnell, más allá de nuestras diferencias, pasó a trabajar con Paka Paka organizando funciones de títeres.

La obsecuente Comisión Directiva, que pedía sanciones para mí por ser crítico a la gestión cultural de Franco Vitali y Teresa Parodi, parece estar contenta con los muñecos y el control del pensamiento del "Ministerio de la Verdad" como diría Orwell en su novela 1984.

El Dorrego deberá replantearse si quiere ser una escuela que estimule el pensamiento crítico o una institución de "títeres" que regule el monto de los contratos de acuerdo a lo que se dice, se escriba o se piense.

* Especial para PERFIL.COM | Periodista. Fundador del Instituto contra la Discriminación INADI.