La visita de Francisco De Narváez no sólo debe haber enfurecido a Néstor Kirchner porque el bonaerense se atrevió a lanzar duras críticas en su contra desde la mismísima ciudad que lo vio nacer como político, sino también porque aseguró que "hay un peronismo que termina y otro que comienza", confiado en que derrotará al ex presidente en la jefatura del PJ.
" Muchos funcionarios kirchneristas deben explicar el aumento sideral de sus patrimonios", sentenció el peronista, que llegó hasta la capital invitado por el Sindicato de Petroleros, uno de los gremios más fuerte de la provincia. "La Argentina debe estar gobernada por gente capaz y honesta y los que meten la mano en la lata deben responder ante la Justicia", agregó.
De Narváez, que se reunió con el intendente capitalisno, el radical Héctor Roquel, señaló que "se debe terminar el clientelismo político y deben ir presos los que intenten sacar alguna ventaja o condicionar a la gente con los planes de ayuda social".
Consultado sobre la situación interna del Partido Justicialista, De Narváez expresó que " hay un peronismo que termina y otro que comienza" y abogó por "un peronismo del siglo XXI, moderno, honesto y ocupado en resolver los problemas de la gente y no las ambiciones de sus dirigentes".
"El PJ hoy carece de liderazgo", ilustró el hombre que busca derrotar nuevamente a Kirchner, pero en el seno del justicialismo. "Los peronistas debemos darnos un debate porque no puede ser el peronismo el manejo de una caja donde el que tiene la llave decide quién es más o mejor peronista que otro", manifestó.