Julio De Vido salió ayer a defenderse tras quedar salpicado por una polémica que estalló esta semana en el interior de la Justicia. El ex ministro calificó de tener la “mente desequilibrada” al juez Juan Carlos Gemignani, quien el viernes pidió que se investigaran unas donaciones de monitores y aparatos de TV entregados a su fuero por la cartera que encabezaba De Vido.
Todo fue el coletazo de un escándalo que desnudó el estado insostenible del fuero Contencioso. Allí, el juez Gemignani ordenó a la prosecretaria María Elena Expucci que vaciara una sala para una teleconferencia. El lugar estaba ocupado por las donaciones del ministerio. Como aparentemente Expucci se negó a limpiar la sala, el juez ordenó que la detuvieran por desobedecerle. Y luego reclamó que se la investigara por supuestas “dádivas” del ex ministro de Planificación Federal. Ahora Gemignani enfrenta una denuncia por posible mal desempeño. Expucci, a su vez, lo denunció por privación ilegal de la libertad.
La polémica llega poco después de que el Colegio de Abogados pidiera al Consejo de la Magistratura una “auditoría” en Casación con carácter de “urgente” sobre el accionar de la presidenta de la Sala I, Ana María Figueroa, a partir de “presuntas graves irregularidades”. Figueroa fue señalada precisamente a partir de un inventario sobre el estado del fuero. Hay quienes creen que la intención de Gemignani era precisamente exponer a Figueroa.
“Lo de Gemignani supera todos los límites del fusilamiento mediático judicial en mi contra, y sin duda debe apartarse ya mismo de la causa en las que soy parte. Si a la profesional por no obedecerle la puso presa, qué imparcialidad, objetividad e idoneidad puedo esperar de esta mente desequilibrada”, se defendió De Vido, y argumentó que las donaciones de equipos al fuero se encuentran registradas en el marco del programa Argentina Conectada.
Justicia Legítima
La agrupación Justicia Legítima repudió al juez de Casación Juan Carlos Gemignani, luego de que dispusiera el arresto de una secretaria por haber desoído una orden suya. Justicia Legítima aseveró que “repudia la conducta” del magistrado de la Cámara de Casación porque “el abuso de autoridad frente a una mujer en su ámbito de trabajo es una de las formas más despreciables de violencia laboral y de género”. “Por este medio –dijo la agrupación a través de un comunicado– queremos expresar nuestra solidaridad con la funcionaria”. Y consideró que su papel de juez es un “agravante” en la orden de detener a la colaboradora.