Una visión dantesca es la que se presentó ante sus ojos al intentar descender apenas los primeros escalones del acceso al segundo subsuelo del Cementerio de la Chacarita. Gabriel González Martos iba a visitar los restos de su padre que allí se encuentran pero se en lugar de esó lo que encontró fue toda la galería completamente inundada.
En diálogo con Perfil.com, Gabriel recordó la nefasta experiencia: "No pude terminar de descender la escalera porque el agua iba a cubrir mis pies. Descubrí que toda la galería estaba inundada y nadie fue capaz de advertírmelo al pagar la renovación del nicho que para colmo aumentó al doble de su valor este año".
"Me estafaron, nos estafaron a todos los que tenemos un nicho arrendado en el 2º subsuelo de la galería 16 y pagamos por ello. Nos están cobrando un arrendamiento por un lugar de imposible acceso", criticó el damnificado a Perfil.com. Gabriel contó que se acercó a las autoridades de turno del Cementerio y tras admitir extraoficialmente que “estaban conscientes del problema” y que "es de muy difícil solución" debido a que la inundación no era producidas por lluvias sino por "las napas que se desbordan".
Gabriel criticó que no se hicieran obras más aún teniendo en cuenta la "insalubridad del lugar" y reclamó la "clausura" del lugar. "Más allá de la posible existencia de una grave contaminación del lugar (por el agua en contacto con fauna cadavérica), el nicho de mi viejo está en la primera fila de abajo, debe estar el ataúd con su madera podrida", alertó."Mandé email a todos, a la Dirección, al Ministerio, al jefe de Gabinete, al jefe de Gobierno... No obtuve ni una sola respuesta. Cuando me pasaron con un gerente de operaciones, que era abogado y no ingeniero o algo similar, me respondió que ‘no tenían presupuesto’ y que era un problema que ‘dependía de la Legislatura’ porteña", explicó.
Y concluyó con un reclamo: "Queremos que den soluciones. Debe haber cientos de cuerpos. Crémenlos, trasládenlos o hagan algo. Pero que ese lugar no siga habilitado y menos aún cobren por arrendarlo. No es lógico".
Perfil.com se comunicó con la Dirección General de Cementerios y un vocero de prensa del organismo desmintió parte de la denuncia: “Una parte de su denuncia es correcta, sí es un tema de napas. Pero está confirmadísimo que el agua no tocó los nichos. Y esto es gracias a que la galería está en obras. Se está encargando desde mediados de febrero de los arreglos la Dirección General de Pluviales”. Y remarcó por último: “Puedo asegurar que el agua no tocó los nichos. Está controlado”.