Mientras Alfonso Severo presta declaración en la Unidad de Instrucción Fiscal N°3 de Avellaneda para contar qué ocurrió durante las 24 horas en las que estuvo en cautivero, el líder del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira, y el delegado ferroviario Rubén Sobrero, se refirieron al secuestro del testigo.
"No puede haber un proceso judicial en el que se secuestran personas y se siga tranquilamente", consideró Altamira. "Tiene que haber una acción decidida. Severo no aparece de nuevo porque ha habido una eficaz investigación, la policía siguió una pista correcta. Quiere decir que acá hubo un grupo que lo secuestró que actuó con impunidad".
El ex candidato a presidente aseguró: "¿Dónde se decide este juicio (por el crimen de Ferreyra)? ¿En el ámbito del tribunal, o lo decide una patota desde afuera condicionando todo el proceso judicial?".
Severo debía declarar ayer al mediodía en el juicio por el crimen del militante del PO, Mariano Ferreyra, pero desapareció el miércoles por la noche. La familia, desde el primer momento, sospechó que lo habían secuestrado.
"El día previo al asesinato de nuestro compañero, él da testimonio de una reunión en la que se planifica y se distribuyen las armas con las que se va a cometer este plan criminal al día siguiente", indicó Altamira.
Por su parte, Sobrero adelantó que Severo "va a declarar todo lo que involucra el armado de una patota de un gremio. Dónde se guardaban las armas, cómo se organizó la patota, el polígono de tiro en Once".
En declaraciones a radio La Red, el delegado ferroviario se mostró preocupado y dijo que “si hubiésemos tenido otro (Julio) López hubiese sido una situación muy complicada para el país".
En su opinión, "acá sale todo, porque Severo los conoce a todos porque fue jefe. Ahora cuando declare se acabó todo porque sabe nombre por nombre". Sobrero sostuvo que conoce al testigo: "Yo tengo una relación profesional con él porque él fue jefe de algunos compañeros. No teníamos una amistad pero sí nos conocíamos y teníamos diálogo”.