A nadie se le escapa que los gobiernos suelen utilizar la publicidad oficial para beneficio de sus propios gobernantes. En el caso de la ciudad de Buenos Aires la administración de Mauricio Macri reconoció, en papeles oficiales, que diversas campañas de difusión tenían entre sus objetivos posicionar políticamente al jefe de Gobierno. Desde el PRO, sin embargo, rechazaron esa lectura sosteniendo que los documentos en cuestión no son oficiales.
La denuncia forma parte de un informe realizado por la legisladora porteña Rocío Sánchez Andía, de la Coalición Cívica-ARI, quien utilizó como insumo las respuestas a un pedido de informe que había realizado junto a Fernando Sánchez. Allí, la Secretaría de Comunicación Social informó sobre las campañas que se habían realizado en 2010 y 2011.
Ante cada campaña, la respuesta incluía un archivo con una presentación sobre la estrategia desarrollada. En varias de ellas, el Gobierno porteño reconoce que el objetivo era posicionar a Macri, quien figura en los papeles como "MM".
En la campaña "Eje social-Historia de Creer", por ejemplo, se sostiene que uno de los objetivos es "construir el posicionamiento de MM en el área social" y al referirse al público apuntado dice que a través de la TV por cable llegarían a todo el país, "para empezar a mostrar la gestión de MM a fin de contribuir a su posicionamiento como candidato".
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