El conflicto se remonta al mes pasado, cuando Mauricio Macri inauguró las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas, los trabajadores de la línea presentaron un amparo alegando que las terminales no cumplían con requisitos de seguridad: "No vamos a exponer las vidas de los trabajadores y de los usuarios".
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Pianelli aclaró que el gremio tendrá "reuniones periódicas sobre temas de higiene y seguridad" y manifestó que pidieron que "se trate el tema de las cocheras y el taller Rosas, que son los de mayores problemas".
El secretario general de la AGTSyP detalló que "se acordó un sistema de cuatro vueltas y media para los choferes y guardas, para poder operar la línea" y dijo que "respecto del sistema de comunicación, aceptamos uno provisorio, de telefonía celular, y la empresa dijo que en seis meses incorporará otro sistema, tierra a tren, que es un sistema de handy".
Por su parte, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) agregó en un comunicado que "los metrodelegados darán 4 vueltas y media y deberán prestar la más amplia disponibilidad y plena colaboración en el cumplimiento de las tareas", durante los 15 días.
"El acuerdo podría ser prorrogado en caso de que el esquema tenga resultados positivos", advirtió el organismo, y manifestó que "el subte llegará a las nuevas estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas a partir del día jueves".
El presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo, dijo que "luego de un arduo trabajo pudimos destrabar este conflicto que beneficiará a más de 50 mil vecinos de Villa Urquiza, que aguardan ansiosos la llegada del subte al barrio".
La empresa Metrovías, en tanto, informó sobre el acuerdo y en un comunicado lamentó "los inconvenientes que este conflicto ocasionó a los miles de pasajeros que utilizan la línea B para trasladarse por la Ciudad".
