El terreno kirchnerista se mueve y se acomoda. La cúpula de la Dirección General Impositiva (DGI), dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), fue desplazada este jueves en medio de versiones de presiones políticas. Estas especies aseguran que se quiere evitar que el organismo continúe investigando a empresas “amigas” del Gobierno por la utilización de facturas apócrifas de empresas fantasma.
Horacio Castagnola, titular hasta el jueves de la DGI, habría sido desplazado por “respaldar una investigación del inspector Jaime Mecikovsky –también desplazado– sobre la emisión de factura truchas de Gotti SA”, dijo una fuente oficial a PERFIl.
Gotti SA es una empresa vinculada al socio presidencial Lázaro Báez, también involucrada en el caso de la constructora sueca Skanska por sobrefacturación de obra pública, que generó una subcausa. La empresa, que incluso fue allanada, está ligada a Austral Construcciones –de Báez, amigo y socio de los Kirchner en Río Gallegos–.
“La capacidad de obra de Gotti es casi inigualable. Tenerla bajo el ala es disponer de un número de capacidad de obras que permite licitar hasta la construcción del canal de Panamá. Cuando alguien obstaculiza los intereses del grupo, se utilizan los resortes correspondientes”, reconoció un patagónico cercano a Lázaro Báez.
Más información en la Edición Impresa