Cuando Sergio Massa llegó a Aeroparque, Eduardo “Wado” de Pedro y Aníbal Fernández ya lo estaban esperando. Subieron juntos al Tango 04 y ocuparon el reservado presidencial mientras que atrás se instaló el resto de la comitiva. Aunque no hubo foto de ese momento, fue otro gesto para sellar el acuerdo de Unión por la Patria y cerrar las heridas del cierre de lista. “Todos adentro”, insiste el tigrense.
Se trató del primer viaje de Massa y De Pedro al interior en sus dobles roles, uno como ministro y precandidato presidencial y otro como funcionario y jefe de campaña (aunque también es el primer postulante a senador por la provincia de Buenos Aires). “No me abandones, Wado”, le gritó Massa cuando el ministro del Interior salía de la Unión Industrial de Catamarca (UIC) a paso más acelerado que el tigrense. Llegaron juntos a Catamarca para encontrarse con el gobernador Raúl Jalil, uno de los jefes provinciales claves en la negociación por la lista de unidad.
A un día de conocerse el índice de precios de junio, el ministro y candidato presidencial prefiere no hacer más predicciones sobre los próximos datos de inflación, que se conocerán en plena campaña hacia las elecciones generales y el posible ballottage. Se lo ve aliviado después de haberse conocido la desaceleración que le permitió antes de las primarias del 13 de agosto mostrar un 6%. El número lo sorprendió: creía que podía llegar a bajar pero esperaba un 6,4%.
Debut junto a De Pedro y nuevo gesto para fortalecer la unidad
El titular del Palacio de Hacienda estaba arriba del escenario de San Martín cuando Malena Galmarini, que estaba en primera fila, le hizo una seña que no llegó a entender. Se trataba del número 6. El titular del Indec, Marco Lavagna, le había mandado la previsualización del informe a las 15 del jueves y no lo había podido leer. En el Frente Renovador las voces en contra del titular del Indec se multiplican. Tan es así que cuando viajaron a Washington en junio, más de una noche debió comer solo. Se quejan de que no adelanta los números para poder reaccionar a tiempo y otros hasta se enojaron cuando llegó al 8,4%. “Hace su trabajo”, lo defiende Massa.
Rodeado por los cerros El Ancasti y el Ambato en el valle central de San Fernando de Catamarca, Sergio Massa pide el voto para las próximas elecciones. No lo pide para él: “No vayan a votar por mí, vayan a votar en defensa de sus pymes. En contra de aquellos que cerraron pymes”, les dijo a los empresarios que lo esperaron en la UIC.
“Defender el futuro” es el concepto que los dirigentes deberán sostener durante la campaña. En el medio de su encuentro con productores una buena noticia llegó a través del secretario de Finanzas, Eduardo Setti: Economía renovó los vencimienos de deuda local y logro fondos extra.
Sobre la elección, Massa asegura que Unión por la Patria “la tiene difícil” y prefiere no mostrar el optimismo que se generó al anunciar la fórmula presidencial con su nombre y el de Agustín Rossi como candidato a vicepresidente. Es más, asegura que si se mira el resultado por fuerzas electorales y el oficialismo queda hasta 7% abajo aún están competitivos y con fuertes posibilidades de pasar las elecciones generales y llegar a la segunda vuelta. “Con un 8% se complica y es un problema”, analiza en el avión que lo trasladó a Catamarca.
Massa prefiere ya no hacer pronósticos sobre los datos de inflación
¿Más gestos de unidad? El vuelo volvió a reunir al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y a Julián Domínguez, ahora asesor del candidato presidencial, para avanzar en un acuerdo social. La campaña 2023 no tiene nada que ver con la pelea electoral de 2015, en la que ambos dirigentes compitieron crudamente por la provincia de Buenos Aires.
Este viernes, a las 13.30 de Argentina, Massa esperaba una definición de Washington. Debió esperar a las 15 horas ya en suelo catamarqueño para saber cómo avanzaba la discusión con el Fondo Monetario Internacional y definir si finalmente parte del equipo económico viajará a Estados Unidos a cerrar el acuerdo con el organismo internacional. El Tango 04 que trasladó al ministro de Economía y candidato presidencial no cuenta con wifi y es una queja constante del funcionario. Durante todo el viernes intercambió innumerables chats con Leonardo Madcur y Gabriel Rubinstein, que llevan adelante las intensas negociaciones.
El jueves, Massa aseguró que “la Argentina va a acordar con el Fondo, pero defendiendo la idea de país de desarrollo con inclusión. No vamos a ir a resignar nuestra capacidad soberana y tampoco vamos a ir a rendirnos al altar del ajuste fiscal. El rol del Estado es fundamental. Para dejarlo claro: estamos dialogando, estamos negociando, estamos cerquita de dejar cerrado 2023 y tener un acuerdo pero lo hacemos sobre la base de defender una idea de país”.
La discusión tiene que ver con el próximo desembolso del organismo. ¿Puede el gobierno argentino cancelar el pago de fines de julio sin el envío de dinero del FMI? Por eso miran a China. Serviría además para mostrar una “épica nestoriana” y decir así que Argentina se empieza desendeudar con el FMI. Entre el último pago y el siguiente podrán decir que se pasó de deberle al organismo 44 mil millones de dólares a 39 mil.
¿Dólar soja versión cuatro?
El Ministerio de Economía escucha cada vez más seguido la necesidad de la implementación de un nuevo dólar para el agro. Las sugerencias llegan de todos los sectores del campo y cada vez con más urgencia. Los funcionarios admiten que el mercado “se ralentizó” desde el último dólar soja y, por eso, esta medida entró en evaluación.
En medio de la pelea electoral, el ministerio que lidera Sergio Massa escucha los reclamos y el secretario de Agricultura, Juan José Bahilo, es el encargado de avanzar en el análisis de distintas medidas. Desde la cartera detallaron a este medio que si hay novedades solo podrían ser para un dólar soja. “La ventana dólar soja genera un momento de concentración de la actividad en un período determinado y en los que no funciona se puede llegar a paralizar, pero esta no es la única medida que se evalúa para aumentar las reservas, no se agotan en un dólar agro, como puede ser la búsqueda de financiamiento de organismos internacionales”, explicaron desde la comitiva que viajó este viernes a Catamarca con Sergio Massa.
En el gobierno admiten que en los últimos meses el ánimo de los productores cambió pero que no tiene que ver con la situación económica, que después de la sequía recién se puede empezar a mover con nuevas cosechas.
Para apoyar y acompañar al sector, desde el ministerio aseguran que se seguirán generando distintas herramientas como Impulso Tambero I y II; el Programa de Compensación para pequeños y medianos productores de soja y maíz; el Programa de Fortalecimiento productivo argentino: sector aviar y sector porcino; el Plan Lanar; Coopar.
Sobre el rol del campo en la campaña, el secretario de Agricultura, Juan José Bahilo, detalla ante PERFIL que el diálogo es bueno y agrega que no tiene “ningún elemento que me permita interpretar que los reclamos que ellos hacen estén enmascarados en la campaña, todos son reclamos genuinos”.