El conflicto docente en la provincia de Buenos Aires está lejos de cerrarse. Tras el anuncio de un paro de tres días por parte de los sindicatos, el gobierno de María Eugenia Vidal decidió ayer dictar la conciliación obligatoria para que haya clases el próximo lunes.
La medida de fuerza, de 72 horas, había sido convocada por el Frente de Unidad Docente Bonaerense, que agrupa a los cinco principales sindicatos. Al cierre de esta edición, definían si acataban la medida. Sólo la Unión de Docentes Argentinos (UDA) había acatado la conciliación .
En la mañana de ayer, el Ejecutivo bonaerense notificó a los gremios en una misiva de dos artículos en la que intima al Ministerio de Educación y a los gremios a “retrotraer la situación a la fecha anterior al inicio del presente conflicto, procediendo a la suspensión inmediata de las medidas de acción directa”. Y agregó que podría solicitar el cese de la personería gremial para aquellos que no cumplan.
Según fuentes oficiales, entre noviembre del año pasado y hasta ayer hubo 17 reuniones paritarias con ocho ofrecimientos. El último: un aumento del 16,7% a julio y una nueva convocatoria para dialogar sobre los incrementos en el período agosto-diciembre. El jueves, los docentes cobraron el quinto adelanto a cuenta de paritaria decretado por la gobernadora, que acumula un 15% en el año.
“Si fuera por Roberto Baradel y sus socios, los docentes seguirían con el mismo sueldo de diciembre y ya hubieran perdido contra la inflación”, apunta una fuente oficial.
“El gobierno ha mostrado, desde el primer día, vocación de diálogo”, aseguró a PERFIL el ministro de Asuntos Públicos, Federico Suárez. “Los gremios convocaron a un paro absurdo. Esperemos que acaten la conciliación porque hay que separar la búsqueda de consensos de la intencionalidad política”, agregó.
Réplica. Por su lado, desde el frente docente, que integran Suteba, Sadop, Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Amet y Udocba, argumentaron que “los salarios están congelados”. Al respecto, la presidenta de FEB, Mirta Petrocini, aseguró que el gobierno provincial “elige agudizar el conflicto con los docentes para disimular sus evidentes problemas políticos”. “Hay funcionarios que nos acusan de llevar adelante medidas de fuerza con oscuros trasfondos políticos, cuando en realidad no hemos hecho más que mostrar durante todo este conflicto voluntad de diálogo y soportar agravios constantes”, añadió.
En medio del conflicto, el ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín de la Torre, tuvo tiempo para hacerse una escapadita: se fue a Francia a descansar unos días. Su nombramiento en el Consejo de la Magistratura provincial, con polémica incluida por – según la oposición– no haber ejercido su rol de abogado los años que se requieren, lo dejó exhausto. Otros ministros también se fueron de viaje.