En un histórico debate, cuyo resultado fue incierto hasta último momento por la "libertad de acción" que otorgaron todos los bloques, la Cámara de Diputados dio esta madrugada media sanción a la ley que habilita el casamiento entre personas del mismo sexo. Hubo 125 votos a favor y 109 en contra, al cabo de una maratónica sesión seguida por gran cantidad de público desde las gradas.
La trascendencia del debate queda clara con un dato: fue la primera vez que el tema se trató en un parlamento de toda Latinoamérica. "Estamos igualando derechos, estamos dándole derechos a quienes no los tienen", graficó Agustín Rossi al cerrar con su discurso la sesión, que llevaba a esa altura más de 12 horas de duración. Terminó leyendo entre aplausos párrafos del libro "Historia de la homosexualidad en la Argentina", de Osvaldo Bazán y expresó "su alegría de votar afirmativamente".
La sesión especial, que comenzó a las 14.30 con la exposición de la presidenta de la comisión de Legislación General, Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), se concretó en el contexto de una pulseada entre el kirchnerismo y la posición antiK por dar ingreso a la media sanción del Senado sobre la reforma del impuesto al cheque, desde la semana anterior venía siendo un escollo para el funcionamiento de la Cámara Baja.
La sesión de ayer fue motorizada por la diputada Victoria Donda (Libres del Sur) y legisladores de centroizquierda, y tuvo como novedad la decisión del bloque del Frente Para la Victoria de aportar el quórum con diputados que están a favor de la iniciativa (a pesar de haber pedido una especial para tratar solo el mismo tema hoy miércoles).
El proyecto obtuvo dictamen de mayoría el 15 de abril en las comisiones de Legislación General y Familia, Mujer y Minoridad, y no pudo ser tratado el miércoles pasado por falta de quórum En el marco del debate, los legisladores que se pronunciaron a favor de la iniciativa defendieron la igualdad de derechos entre todas las personas y en especial de las personas del mismo sexo para casarse, mientras quienes se opusieron se manifestaron en contra de la adopción por parte de parejas homosexuales.
Ibarra dijo que el proyecto, que reemplaza la definición de hombre y mujer por el de "contrayentes" como actores del casamiento, "no agravia derechos de terceros". "El dictamen que estamos tratando no da derecho a los homosexuales a adoptar niños porque ya la ley vigente no lo impide ya que no exige orientación sexual" de los adoptantes, expresó la legisladora, autora del proyecto junto a la socialista mandato cumplido Silvia Augsburger.
La legisladora, que encabezó la lista de oradores que incluyó a más de 50 legisladores, sostuvo que "hay cientos de niños que son criados por parejas homosexuales, pero sólo uno figura como adoptante" y explicó que la ley "dará más protección" a esos niños.
Una de las voces adversas más escuchadas fue la de la cobista Cynthia Hotton, quien denunció en el recinto hacer recibido "amenazas de muerte" por su militancia en rechazo a la ley, y apuntó: "Yo tengo la convicción de defender el matrimonio entre hombres y mujeres y estoy segura de que represento a millones y millones de personas", para preguntarle "a los diputados de las provincias si saben lo que piensa su gente". También se refirió a la adopción, y dijo que, al aprobarse la norma, "las parejas homosexuales tendrían prioridad" para adoptar, dado que -según indicó- el actual Código Civil dispone que "las parejas casadas" deben esperar tres años para poder hacerlo, "salvo que exista una imposibilidad física para procrear".
El jefe del bloque de PRO, Federico Pinedo, defendió la libertad de conciencia para pronunciarse sobre el tema y expuso un dictamen de minoría, que suscribió parte de su bancada, para sancionar la figura de enlace civil, en lugar de la de matrimonio. Pinedo explicó que "no es cuestión de anteponer instituciones unión civil versus matrimonio, sino que es útil que existan dos instituciones sumando una a la otra y no restando nada" y sobre la adopción dijo "desconocer los efectos" en el desarrollo de los menores de edad cuando son adoptados por homosexuales.
La titular del bloque de la CC, Elisa Carrió, anticipó que se abstendría y su colega de la Coalición Cívica Alicia Terada impulsó un dictamen de minoría para implementar la "unión familiar", que hace extensivo el concepto no sólo a parejas del mismo sexo sino también a situaciones familiares particulares en las que no hay lazos de sangre.
Desde el PRO Gladys González se opuso al proyecto al expresar: "Me cuesta aceptar que el Estado frente a la situación de dar en adopción a un niño que no tiene a sus progenitores el único criterio que mire sea el que se anotó primero en la lista". La oficialista Juliana Di Tullio apoyó la propuesta y sobre la adopción opinó que "el interés superior del niño es que tenga los mismos derechos que el resto de niños y niñas de este país".
El presidente del bloque Peronismo Federal, Felipe Solá, apoyó el proyecto y se preguntó: "¿Cómo podemos a esta altura pensarnos jueces de lo que ocurre puertas adentro?", mientras dijo que "el amor no es propiedad de los heterosexuales, el amor es lo que rescata a un niño. Nadie me va a decir que si una pareja homosexual tiene amor, un niño no va a tener condiciones para criarse".
El jefe de Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas, consideró que "el matrimonio es un derecho universal. No hay ningún código, ni un dogma, ni una religión que pueda encorcetar los sentimientos" y destacó la "obligación del Estado a proteger la familia". El legislador apoyó el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero confundió la expresión al manifestar: "Esperamos que decididamente se corone con una gran votación el matrimonio civil de personas de distinto sexo". El kirchnerista tucumano Gerónimo Vargas Aignasse aclaró que el debate no se centró "ni en la religión ni del sacramento del matrimonio. Discutimos derechos civiles y libertades individuales".
El debate fue seguido por organizaciones defensoras de los derechos de homosexuales, entre ellas la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT) y la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). También estuvo la primera pareja homosexual que se casó en Argentina, constituida por Alex Freyre y José María Di Bello, quines se casaron el 28 de diciembre de 2009 en Ushuaia, Tierra del Fuego.
El proyecto fue enérgicamente rechazado por la Iglesia Católica, institución que cuestionó, entre otros puntos, el derecho de adopción de los homosexuales a partir del casamiento. El debate se realiza cuando en el país se realizaron cinco casamientos entre personas del mismo sexo, que lograron autorizaciones judiciales. Algunos de ellos cuestionados, a su vez, por otros magistrados.
Los otros cuatro casamientos se hicieron en la Ciudad de Buenos Aires: el 3 de marzo entre Damián Bernath y Jorge Salazar, el 9 de abril entre Norma Castillo y Ramona Arévalo, el 15 de abril entre Carlos Alvarez y Martín Canevaro, y el 30 de abril entre Alejandro Luna y Gilles Grall.