Ayer, la casa fue visitada por una arquitecta austríaca que sería el enlace entre el empresario norteamericano Douglas Tompkins, principal interesado en la casa, y la inmobiliaria Sanfelice y Sancho Operaciones Comerciales, que maneja Máximo Kirchner en sociedad con el ex gobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho.
La idea se manejaba desde hace varios meses pero nunca se había ejecutado. Las primeras versiones aparecieron a mediados del año pasado, cuando bloqueado por las protestas sociales, Kirchner debió suspender sus viajes a tierras pingüinas por varios meses.