A pocas horas del ataque con bombas incendiarias frente a la sede del Ministerio de Seguridad en La Plata, el gobierno de María Eugenia Vidal decidió desplazar ayer de su cargo al titular de la Superintendencia de Inteligencia Criminal de la policía bonaerense, Héctor Puente.
Aunque desde la cartera que conduce el ministro Cristian Ritondo aclararon que la decisión “ya se venía analizando desde hace un tiempo, porque no había conformidad con su trabajo”, el ataque que terminó con dos autos incendiados frente al despacho de Ritondo, aceleró la separación.
La salida de Pablo Bressi en mayo pasado como jefe de la Bonaerense fue parte de las reformas que encaró este año la administración de Vidal. El área de Inteligencia Criminal pasó a manos de un civil. El cambio tuvo que ver con una decisión política pero también estructural: todas las áreas de inteligencia policial, coordinadas a nivel nacional por la AFI, son comandadas por civiles.
La Superintendencia de Inteligencia Criminal estaba hasta ayer a cargo del comisario Puente, quien llegó con la primera camada de hombres que asumió junto con Bressi. En los últimos meses dependía del subsecretario de Planificación, Gestión y Evaluación, Vicente Ventura Barreiro, un funcionario de máxima confianza de Ritondo.
El viernes, el ministro de Seguridad vinculó el “atentado” con las mafias del narcotráfico y de la feria La Salada, policías exonerados y las protestas por la desaparición de Santiago Maldonado, que se dieron frente al Senado bonaerense, en la Gobernación y en la sede del Banco Galicia.