POLITICA

El abogado desaparecido iba a ser indagado por su rol clave en el lavado

Jorge Chueco es una pieza central de la maniobra que se le atribuye al empresario kirchnerista para blanquear 50 millones de euros.

Buscado. Llegó al clan de la mano del contador Pérez Gadín (der.). Era “la pata legal” de la ruta del dinero. Arriba, los cheques que endosó desde Suiza para Austral.
| Cedoc Perfil

Jorge Oscar Chueco es para la Justicia “la pata legal” de la estructura montada para lavar al menos 50 millones de euros del empresario Lázaro Báez. Lavar dinero negro, fugarlo a Suiza y blanquearlo para su retorno al país. Ayer, el abogado desapareció de la faz de la tierra, en Misiones, en la frontera con Brasil y Paraguay. Su amigo y socio, el contador Daniel Pérez Gadín, está detenido junto con el empresario kirchnerista desde hace diez días. La Justicia investiga si detrás de su desaparición hay un suicidio, una muerte dudosa o una fuga. Su familia sostiene que padece una enfermedad terminal.

Al cierre de esta edición, Chueco era buscado por las en la Triple Frontera. Fue visto por última vez el jueves por la tarde en un hotel cerca a Iguazú. En la habitación donde se alojaba encontraron una carta de suicidio y US$ 43.750. No hay señales de su cuerpo. Estaba a pocas semanas de ser citado a declaración indagatoria en la causa por la ruta del dinero K. Tuvo un rol central en el blanqueo del dinero que Báez habría fugado de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, entre 2011 y 2013.

No era vigilado por orden del juzgado de Sebastián Casanello, informaron fuentes de la causa a PERFIL. Su indagatoria no tiene fecha y forma parte de una segunda etapa de la investigación que vendrá una vez que el magistrado decida si procesa a Báez.

Chueco llegó al entorno de Báez de mano de su amigo Pérez Gadín, quien fuera el administrador del hotel Alto Calafate, de la familia Kirchner, entre 2004 y 2013. Para la Justicia, “Chueco es la pata legal y Pérez Gadín, la pata contable”.

Chueco tiene un importante historial de viajes internacionales, muchos de ellos relacionados directamente con el caso Báez. Uno de sus destinos es Suiza, a donde viajó varias veces con Martín Báez y Pérez Gadín. En los últimos cinco años visitó Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Brasil, por caso. Solía viajar a Miami sólo para disfrutar de un partido de tenis. Era frecuente pasajero del jet privado de Báez.

Cuando Báez rompió relación con Leonardo Fariña y Federico Elaskar, debido a una supuesta estafa millonaria de los financistas, le encomendó sus finanzas a Pérez Gadín y Chueco. Ellos organizaron el desembarco de la financiera suiza Helvetic Service Group en la financiera SGI, de la mano de Víctor Ramos, otro abogado que representa a la firma suiza.

“La Rosadita” fue uno de los vehículos elegidos para el envío del dinero negro al exterior. Según la investigación, primero sacaron el dinero del país hacia cuentas bancarias de sociedades off shore en paraísos fiscales. Para la Justicia, los fondos son de origen ilícito: proviene de los sobreprecios de la obra pública o de la defraudación fiscal al Estado. Desde Uruguay, Panamá o Belice, en el Caribe, el dinero es trasferido en parte a las cuentas en Suiza de la familia Báez o a cuentas de sociedades controladas por ellos también en Suiza. Una de esas cuentas estaba a nombre de Helvetic Service Group S.A.

A fines de 2012, Lázaro quizo repatriar parte del dinero que sacó del país. En diciembre de 2012, Chueco es nombrado apoderado de la cuenta bancaria de Helvetic Service Group S.A en Suiza. Utilizó los fondos de esa cuenta para comprar bonos de la deuda argentina. Luego los vendió en el mercado internacional por US$ 65,7 millones, cifra equivalente a unos 50 millones de euros. El resultado de esa operación fue depositado en nueve cheques endosados por Chueco en representación de la sociedad suiza y luego depositados por Austral Construcciones en el Banco Nación, en Buenos Aires. Quedaron en manos de Báez, blanqueados y legales.

El sábado pasado, Chueco jugó un partido en el San Juan Tennis Club. El lunes habló por teléfono con su abogado en el caso Báez, Martín Cagni Fazzio. Luego partió al Parque Nacional Iguazú, en Misiones. Se avecinan tiempos difíciles. Báez está en la cárcel y con un procesamiento por lavado en puertas. A los imputados, les espera embargos millonarios y confiscación de bienes.