POLITICA
Tensión interna

El affaire Carrió - Massot: cómo y por qué explotó Cambiemos en el Congreso

Lilita sorprendió en los pasillos del Congreso insultando al diputado del PRO. La historia "familiar" del vínculo, la pelea con Monzó y el caso Córdoba como detonante.

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Los diputados por Cambiemos, Elisa Carrio y Nicolás Massot. | NA

-Sabía que eras pícaro, pero no tan hijo de puta.

-¿Cómo me dijiste?

-Hijo de puta

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-A mí no me faltes el respeto. Sos una irresponsable, estás destruyendo todo, sos la responsable del desastre de Córdoba.

El episodio que retrató La Voz del Interior ocurrió a metros del recinto de Diputados. Los insultos de Elisa Carrió al jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, fueron apenas la punta del iceberg de la pelea entre ambos. En rigor, el desgaste que provocó la elección en Córdoba, sumada a la pelea que se da en el seno del Congreso con el titular de la Cámara de Diputados, y jefe político de Massot, Emilio Monzó, conciliaron un caldo de cultivo para una discusión salvaje entre la chaqueña y el colorado.

Ayer por la tarde, tras los insultos a Massot, Lilita habló con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Casi riéndose le expresó: “Creo que me excedí”. Pero la relación entre el joven diputado y la chaqueña se remonta a los años en que él era muy pequeño. La amistad que supo unir a Carrió con Vicente Massot, el tío de Nicolás, los acercó.

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Por ello, cuando aún era impensado un encuentro entre Mauricio Macri, como jefe de Gobierno porteño, y Carrió, Massot fue el primer intermediario para intentar algún tipo de acercamiento con la líder de la Coalición Cívica. Había lazos vía diputados, también vía Gabriela Michetti, pero Monzó, el entonces jefe de la campaña Macri 2015, le había solicitado al joven que “ablande” a Lilita. Del lado de la chaqueña fue clave el diputado nacional, Javier Campos Malbran, empresario amigo de Lilita.

Carrió llegó a tratar a Massot como una suerte de “sobrino”. Se divertía con él y además mandaba mensajes a Monzó y al propio Macri.

Sin embargo, tras el acuerdo, el vínculo no siguió siendo frecuente. Carrió entabló su propia relación con Macri y, durante más de dos años, elogió de todas formas posibles a Monzó. En ese tiempo también se acercó al entonces vicejefe de gabinete, Mario Quintana. Relaciones irreconciliables. Quintana soñaba con el ministerio del Interior, que ocupa Rogelio Frigerio, un amigo personal de Monzó, y Lilita avanzó un paso más: Marcos Peña. Su trato directo con el jefe de Gabinete la alejó más aún de Monzó.

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Desde 2018 Lilita advierte de los acercamientos de Monzó y Frigerio al PJ, en especial los gobernadores y los diputados del Congreso. En las sesiones de ese año la tensión entre el titular de la Cámara Baja y Carrió se hicieron visibles. “No me deja hablar”, se quejaba Lilita.

Pero el fracaso electoral de Córdoba terminó de cristalizar las diferencias. Massot no ahorró críticas, en privado, a Lilita y a Mario Negri por considerarlos “los responsables de la derrota de Cambiemos” en Córdoba. Según la visión del diputado del PRO esa ruptura hizo perder la ciudad capital. El candidato iba a ser Rodrigo de Loredo, con apoyo de Massot, pero Negri, a último momento, sumó a Luis Juez como candidato a intendente y dinamitó el acuerdo. “Con la impotencia del domingo le echan la culpa a otros, pero los verdaderos irresponsables fueron ellos, comiéndose que con Negri podían ganar la provincia”, les dijo Massot a sus compañeros de bancada después de los insultos de Lilita. La relación ya estaba quebrada.