El sacerdote Guillermo Marcó, portavoz del Arzobispado de Buenos Aires, advirtió hoy que "si un presidente fomenta alguna cierta división, termina siendo peligroso para todos", y pidió dejar de "alentar odios y levantar el dedo acusador".
Las declaraciones de Marcó enojaron al ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien calificó como "terrible" que el vocero del Episcopado haya insinuado que el presidente Néstor Kirchner alienta la división y el odio entre argentinos.
Al ser consultado sobre las diferencias que mantiene el presidente Néstor Kirchner con sectores de la Iglesia, como el obispo misionero Joaquín Piña (quien se postula a constituyente en su provincia en contra del kirchnerismo), Marcó dijo que "un presidente debe ser consciente que es presidente de todos los argentinos, que es su responsabilidad mayor", al tiempo que advirtió que los argentinos viven "un momento violento" con "una sensación de inseguridad" constante.
Con respecto a lo que ocurre en Misiones, donde Piña se enfrenta al gobernador Carlos Rovira (quien busca la reelección indefinida a través de una reforma constitucional) el vocero sostuvo que "hay un arco político opositor muy grande" que optó por la postulación del obispo como constitiyente y consideró que esa disputa no debe "nacionalizarse".
Destacó que "la Iglesia tiene una larga tradición de miembros constituyentes, desde la Constitución de 1853". "La Iglesia forma un partido opositor, y por eso atacarlo, me parece que no corresponde", estimó Marcó.
También se refirió a los dichos de Kirchner cuando aludió a miembros de la Iglesia que apoyaron la última dictadura, y señaló: " La Iglesia somos todos, lamentablemente había miembros en los dos bandos, también había en montoneros, que nació de gente de la Iglesia y hubo otros que estaban con la represión".
Las declaraciones efectuadas esta mañana por Marcó le cayeron “muy mal” a Fernández, quien consideró que “es una enormidad” que el vocero del Episcopado “diga que el Presidente de la Nación Argentina está fomentando la división o alentando odios”.
Al ser consultado sobre las diferencias que mantiene el presidente Néstor Kirchner con sectores de la Iglesia, como el obispo misionero Joaquín Piña (quien se postula a constituyente en su provincia en contra del kirchnerismo), Marcó dijo que "un presidente debe ser consciente que es presidente de todos los argentinos, que es su responsabilidad mayor", al tiempo que advirtió que los argentinos viven "un momento violento" con "una sensación de inseguridad" constante.
Con respecto a lo que ocurre en Misiones, donde Piña se enfrenta al gobernador Carlos Rovira (quien busca la reelección indefinida a través de una reforma constitucional) el vocero sostuvo que "hay un arco político opositor muy grande" que optó por la postulación del obispo como constitiyente y consideró que esa disputa no debe "nacionalizarse".
Destacó que "la Iglesia tiene una larga tradición de miembros constituyentes, desde la Constitución de 1853". "La Iglesia forma un partido opositor, y por eso atacarlo, me parece que no corresponde", estimó Marcó.
También se refirió a los dichos de Kirchner cuando aludió a miembros de la Iglesia que apoyaron la última dictadura, y señaló: " La Iglesia somos todos, lamentablemente había miembros en los dos bandos, también había en montoneros, que nació de gente de la Iglesia y hubo otros que estaban con la represión".
Las declaraciones efectuadas esta mañana por Marcó le cayeron “muy mal” a Fernández, quien consideró que “es una enormidad” que el vocero del Episcopado “diga que el Presidente de la Nación Argentina está fomentando la división o alentando odios”.
Fuente: Dyn