POLITICA
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"El baúl del Falcon olía a justicia": la repudiable frase de un militar retirado y dirigente libertario que generó un escándalo

Los dichos corresponden al presidente de La Libertad Avanza de Punta Indio y ex integrante de la Armada, Pablo Cabrera. Durante una entrevista por streaming, se refirió al auto de su padre y causó revuelo en redes.

Pablo Cabrera, militar retirado 20250716
Pablo Cabrera, militar retirado. | Captura de pantalla

Un dirigente de La Libertad Avanza en la localidad bonaerense de Punta Indio desató una ola de repudios tras emitir una frase reivindicatoria del Ford Falcon verde, símbolo del terrorismo de Estado durante la última dictadura. Se trata de Pablo Cabrera, militar retirado y referente del espacio en esa zona, quien durante un programa partidario aludió al vehículo ícono de los secuestros con una expresión que generó conmoción: “Abrías el baúl y todavía olía a justicia”.

La declaración surgió cuando Cabrera recordaba un viejo auto familiar: “Todavía había un Ford Falcon en mi familia, sí, el verde aceituna que venía de fábrica”. El comentario se produjo al aire en un ciclo del espacio libertario local y fue rápidamente difundido en redes sociales, donde recibió fuertes críticas por la carga simbólica del vehículo durante la dictadura cívico-militar iniciada en 1976.

Durante la conversación, Cabrera dijo: “Sobre las efemérides de hoy: en 1963 se comercializa el primer Ford Falcon en Argentina, de producción nacional. Vehículo emblemático para los argentinos. Tuve la fortuna de que mi papá tuvo toda la vida Ford Falcon y todavía existía uno en mi familia. El verde aceituna que venía de fábrica. Abrías el baúl y todavía olía a justicia”.

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Dicho modelo es ampliamente reconocido como el emblema móvil del aparato represivo de la dictadura. Vehículos sin patente, frecuentemente conducidos por efectivos de fuerzas de seguridad, eran utilizados para secuestrar a militantes, estudiantes y trabajadores, que luego eran trasladados a centros clandestinos de detención. El baúl, por su amplitud, era el espacio en el que muchas veces llevaban a las víctimas encapuchadas y maniatadas.

El uso sistemático de esos autos como herramienta del terror buscaba generar pánico e inmovilizar a la población. Por eso, las palabras de Cabrera fueron consideradas una banalización de los crímenes de lesa humanidad y motivaron reclamos de organismos de derechos humanos y referentes políticos, que exigieron una condena pública y el apartamiento del dirigente de cualquier representación institucional.

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Antecedentes libertarios reivindicando la dictadura

Esta no es la primera vez que personas afines al oficialismo se refieren al oscuro período argentino como “uno al que hay que regresar”. En enero, un grupo de militantes libertarios de San Isidro protagonizó una acción que generó repudio por parte de organizaciones de derechos humanos: salieron a tapar murales alusivos a los nietos apropiados durante la última dictadura y lo hicieron a bordo de un Ford Falcon verde, el mismo modelo de auto que utilizaban los grupos de tareas para secuestrar personas durante el terrorismo de Estado. La escena fue registrada en un video que el propio grupo difundió con orgullo en redes sociales.

Los jóvenes, identificados como Pipo Paolucci, Mateo Servan, Ian Molina y Agustín Castiglione, cubrieron con pintura blanca las intervenciones realizadas sobre los muros del Jockey Club de San Isidro, una acción promovida por la agrupación H.I.J.O.S. “Estamos tapando las mentiras que se dijeron durante años”, dice Castiglione en el video. Otro integrante afirma: “La Libertad Avanza de San Isidro vino a corregir la basura que dejaron los zurdos”. Al final del clip, se lo ve guardando los materiales en el baúl del Falcon y diciendo: “Trabajo terminado”.

El uso del Falcon verde no fue un detalle menor. Para los organismos de derechos humanos, ese auto remite de forma directa a los secuestros sistemáticos que se llevaron a cabo entre 1976 y 1983, cuando miles de personas fueron trasladadas en vehículos sin patente a centros clandestinos de detención, donde eran torturadas, asesinadas y desaparecidas. Por eso, el gesto fue interpretado como una provocación deliberada y una reivindicación del terrorismo de Estado.

TC / Gi