El Gobierno desplegará un operativo de seguridad reforzado para el acto por los 31 años del atentado a la AMIA, que se realizará este viernes en un contexto marcado por las crecientes tensiones con Irán. Javier Milei confirmó que asistirá y que se mantendrá el esquema previsto, pese al clima regional. La Casa Rosada ordenó una avanzada previa sobre el terreno para prevenir cualquier intento de sabotaje, con especial foco en la colocación de explosivos.
Desde el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, anticiparon que habrá más unidades federales que en eventos habituales y que se trata de un “operativo muy importante”. Además de los controles perimetrales y los chequeos electrónicos y metálicos, se analiza infiltrar agentes en el público como medida preventiva. Casa Militar también interviene en la planificación, en coordinación con fuerzas federales.
En el oficialismo reconocen que cada aparición pública de Milei con contacto directo con la ciudadanía representa un desafío para su custodia. Recuerdan incluso que, en el cierre de campaña de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires, el Presidente decidió ignorar un esquema de seguridad más riguroso y optó por desplazarse con un grupo mínimo de protección. A pesar de las amenazas recibidas desde Irán, no se prevén cambios en su exposición este viernes.
La tensión se agravó luego de que la Justicia argentina avanzara con el juicio en ausencia contra diez iraníes y libaneses acusados de planear el atentado contra la AMIA en 1994. Desde Teherán calificaron la medida como “ilegal y politizada”. Milei celebró la decisión y compartió mensajes de funcionarios de su entorno. Uno de ellos, el director nacional de Comunicación Digital, Juan Pablo Carreira, escribió: “Las basuras que planificaron el atentado desde la comodidad de sus oficinas en Irán van a poder ser condenadas en ausencia”.
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El documento en el que Irán criticó los dichos de Milei
A través de un informe oficial presentado en la ONU, los iraníes señalaron al mandatario por su respaldo explícito a Israel y Estados Unidos en el contexto de los recientes ataques contra instalaciones nucleares iraníes. El texto, difundido también por la embajada iraní en Londres y titulado “El descarado ataque al derecho internacional por parte del régimen israelí contra la República de Irán”, menciona directamente a Milei y a la Argentina como parte de un grupo de países alineados con lo que Irán denomina “la agresión sionista”.
En los párrafos 92 y 94 del documento, el régimen de los ayatollahs enumera a Canadá, República Checa, Paraguay y Argentina entre las naciones que respaldaron los bombardeos israelíes. Allí se apunta específicamente que Milei “respaldó las acciones militares del régimen sionista contra Irán” y “condenó los ataques defensivos iraníes”, según la terminología usada por Teherán. Las referencias aparecen pocos días antes de un nuevo aniversario del atentado a la AMIA, ataque terrorista que la justicia argentina atribuye a Hezbollah por orden del gobierno iraní.
Las tensiones con Argentina se vieron amplificadas por una serie de gestos diplomáticos recientes. Fuentes consultadas por Clarín mencionaron como factores clave la visita de Milei a Jerusalén apenas horas antes del ataque estadounidense a instalaciones nucleares iraníes, y el rol del argentino Rafael Grossi al frente del organismo internacional que monitorea el programa nuclear de Irán. Grossi, de hecho, fue amenazado públicamente por funcionarios iraníes: “Una vez que termine la guerra, nos ocuparemos de Grossi”, advirtió Ali Larijani, estrecho aliado del ayatollah Khamenei.
El compromiso del gobierno argentino con Israel y Estados Unidos fue reafirmado esta semana durante un homenaje a las víctimas de la AMIA en el Congreso estadounidense. A través de un mensaje leído por el embajador Alec Oxenford, Milei volvió a expresar su respaldo a Israel, al que calificó como un “aliado estratégico” de la Argentina “junto con Estados Unidos”, especialmente “en momentos difíciles como estos, cuando Israel defiende su derecho a existir”.
TC
