El canciller uruguayo alentó un encuentro entre Kirchner y Tabaré

El canciller uruguayo, Reynaldo Gargano, alentó ayer una reunión entre los presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez para abrir el diálogo en el momento más tenso de la relación bilateral por el conflicto de las papeleras. “Yo quiero que se reúnan”, sorprendió el ministro, desandando el camino contrario que había transitado esta semana al afirmar que no era momento de un encuentro de los primeros mandatarios.

Gargano había dicho que antes de esa instancia debían trabajar los cancilleres. Y hoy, en una conferencia de prensa que brindó en su despacho de la cancillería, dijo que había almorzado con su par argentino, Jorge Taiana, y con los cancilleres de Paraguay y Brasil. “Trabajamos en eso”, señaló, en referencia al acercamiento que propone entre los presidentes.

Aunque el presidente Vázquez había cerrado las puertas a las negociaciones con la Argentina (“con puentes cortados, no hay diálogo”, había dicho), Gargano se mostró decididamente a favor de una reunión entre los mandatarios durante este fin de semana, en el marco de la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se está inaugurando esta tarde noche en Montevideo. “Que conversemos no significa que negociemos”, intentó suavizar el canciller.

Gargano calificó de “insólita” la situación a la que han llegado Argentina y Uruguay. Al mismo tiempo, fue duro con los asambleístas de Gualeguaychú que cortan la ruta y levantan un muro para fortalecer la protesta. “Me da pena que en lugar de dialogar levantemos muros; “esta parece ser la época de los muros”, dijo, y evaluó “lamentable” la actitud de los vecinos de la ciudad entrerriana.

Gestos. Fuentes de la Cancillería argentina consultadas por Perfil no negaron ni confirmaron la posibilidad de que Kirchner y Vázquez se reúnan. “Veremos”, se limitaron a decir. En tanto, el presidente argentino dio un fuerte gesto contrario al acercamiento que propone Gargano: no asistió a la apertura de la Cumbre. Cuando comenzaba la ceremonia en el Hotel Solís de la capital uruguaya, el patagónico recién aterrizaba en el aeropuerto de Carrasco.