La construcción de la represa Ayuí Grande, en la provincia de Corrientes, originó un cortocircuito inesperado con el gobernador provincial, Ricardo Colombi - de buena sintonía con el kirchnerismo - que se opone a la suspensión de la obra que tiene entre sus accionistas a un directivo del Grupo Clarín.
"Los apoyamos y vamos a seguir apoyando como a cualquier emprendimiento productivo, agrícola, forestal, ganadero, cítrico u hortícola", anticipó Colombi. El proyecto viene siendo rechazado por el gobierno nacional - en especial, a través de la voz del canciller Héctor Timerman - que aduce como consecuencia directa de la construcción que "puede ser violatoria del medio ambiente y del derecho internacional".
El emprendimiento, impulsado por una Unión Transitoria de Empresas, incluye a poderosos empresarios como George Soros y José Aranda, uno de los accionistas del multimedio. "Bienvenidos sean estos proyectos porque nosotros necesitamos generar recursos, mano de obra y trabajo para mejorar la calidad de vida de todos los correntinos", opinó el gobernador, dándole el visto bueno pese al enfrentamiento del Ejecutivo con el holding.
La represa comenzará a construirse en septiembre y prevé tomar agua de un arroyo para regar 15 mil hectáreas de arroz, algo que el gobierno nacional rechaza de base: ayer, en conferencia, el propio Timerman mostró papers y denunció públicamente el proyecto.
"La zona afectada por la construcción de la represa sería de ocho mil hectáreas, que van a ser inundadas si la obra se realiza. Esto implica la mitad de la Capital Federal, para tener una idea de la magnitud del emprendimiento del que estamos hablando", precisó el jefe del Palacio San Martín, que adelantó que harán todo lo posible para detenerlo.
Colombi, por el contrario, eligió desmarcarse de la postura del Ejecutivo: "La provincia de Corrientes no puede ser el jamón del sandwich en peleas que no tienen que ver con lo netamente productivo".