Tal vez sin quererlo, el empresario Cristobal López construyó una imagen de hombre de negocios enigmático y favorecido por el poder. Se lo llegó a llamar "el Alfredo Yabrán de Kirchner". Por eso, en busca de "blanquear" su figura, el magnate del juego y el petróleo buscar romper el silencio mediático.
López siempre fue una figurita difícil para los medios nacionales. Una de las pocas entrevistas que concedió fue a la revista Noticias en 2004, cuando los Kirchner llevaban menos de un año en el poder. En aquella oportunidad negó tener negocios con el entonces presidente, como lo hace hoy en una entrevista publicada por el diario La Nación (que la presenta como la primera que da a un medio nacional, sin tomar en cuenta aquella con Noticias).
En mayo pasado se supo que López armó una consultora con periodistas y especialistas en relaciones públicas para comenzar a pulir su imagen.
La asesoría no parece haber dado muchos frutos: consultado por el diario de los Mitre sobre las versiones que indican que busca vender sus casinos, López respondió: "¿Quién dice eso? ¡Un competidor, seguro! Si es para publicar algo, ¿por qué no ponés que yo estoy comprando Codere y Boldt ? O, si querés, podés decir que soy homosexual... Total, los porteños siempre ponen lo que quieren sin siquiera llamarme. Y después dicen que soy un empresario misterioso..."
"En Casino Club somos un grupo de socios integrado por Benedicto [Ricardo], Castellanos [Juan], Cruz [Héctor] y yo, y no estamos en venta ni buscando un socio nuevo", contó López, agregando que "queremos crecer, estamos en busca de nuevas inversiones, y en agosto de 2009 vamos a estar inaugurando el nuevo casino de Rosario".
"El problema es que después ustedes publican lo que quieren", afirmó a La Nación el hombre oriundo de Comodoro Rivadavia, a la vez que aseguró haber vendido sus acciones en el diario de su ciudad, El Patagónico, hace ocho años. También negó ser un testaferro del ex Presidente: "A Kirchner lo conozco de toda la vida, aunque mis negocios son muy anteriores a que él fuera siquiera intendente de Río Gallegos", señaló.
"Comencé a los 15 años a hacer negocios, y a los 18 años me tuve que hacer cargo de la empresa de la familia después de que mis papás fallecieron en un accidente. Hace 37 años que manejo mis empresas y todo lo hice solo, sin ayuda. Además, cuando comencé con los primeros casinos lo hice en 1991 y no en Santa Cruz, sino en Chubut".
Cuando el periodista le recordó que Nestor Kirchner operó en su favor al extenderle la concesión de las tragamonedas del hipódromo de Palermo hasta 2032, López aseguró que "Nosotros no somos socios en la concesión, sino los proveedores de las máquinas tragamonedas. La concesión está en manos de Hapsa [Hipódromo Argentino de Palermo, firma presidida por Federico de Achával] y le fue otorgada a esta empresa en 2001, es decir, antes de la llegada de Kirchner a la presidencia".
El patagónico, por último, negó su participación en el casino flotante de Puerto Madero: "nosotros controlamos el 25% de las acciones. Nada más. El resto está en manos de Cirsa y de Hapsa", explicó a La Nación.
Cristóbal López es famoso por sus negocios en el juego (Casino Club) y el petróleo (OIL MyS). También controla la empresa de transporte Indalo, la recolectora de basura Clear, los Olivares del Sol, Solares del Marqués (su barrio privado ), la concesionaria de Toyota Tsuyoi, la textil Lejano Sur, la ganadera Santa Elena SRL, la petrolera Cerro Negro, Aerotour Radiodifusora del Sur SA, Tecnological SA y Promet SA. Sus asesores registraron un sitio de internet para informar las noticias y actividades del grupo; aún hoy el portal sigue "en construcción".