A poco más de una semana de su nombramiento, el socialista Oscar González, flamante vicejefe de Gabinete, repartió elogios a todo el elenco K y prometió que no habrá represalias del Gobierno con los “díscolos K” luego de la caída en el Senado de las retenciones móviles.
Después de las hendiduras que dejó el “No” del Senado en el kichnerismo parlamentario, el rol del socialista pasa a tener una importancia vital para el matrimonio presidencial: será el nexo entre la Casa Rosada y el Congreso.
González contó, el diálogo con el Diario Perfil, que ya tuvo contactos con los legisladores “díscolos”. “Comencé una ronda de contactos con senadores oficialistas. Fue un encuentro cordialísimo”, expresó, y aclaró que “el bloque permanecerá agrupado y unido. No tengo ningún indicio de que vaya a haber algún tipo de ruptura”. “No veo en el horizonte represalias por disentir. Veo un interés por converger de ambos lados” completó el funcionario.
Al referirse al reclamo de la oposición de las renuncias de Guillermo Moreno, de Enrique “Pepe” Albistur, González disparó: “Yo reclamaría la renuncia de los opositores que son ineptos, fundamentalistas, que hacen planteos extorsivos. Y bueno, la democracia es así. Te puede gustar un funcionario o no y te puede gustar un dirigente opositor o no. Yo esperaría una oposición pro-positiva, con ideas. El “denuncismo” es muy fácil. Desgraciadamente, la oposición es pura literatura e improvisación”.
Más información en la Edición Impresa.