El raid mediático recordando anécdotas y las mejores jugadas no llegó a durar 24 horas. Alberto Fernández pasó de dar cinco entrevistas en un día para recordar a Diego Maradona a tener que explicar un fallido operativo de seguridad que llevó a que los fanáticos copen la Casa Rosada mientras se velaba al astro del fútbol. Después de la tensión, las diferencias internas por una gestión con falta de respuestas y errores reflotaron.
Las críticas al accionar de la policía de la Ciudad de Buenos Aires no fueron las únicas que lanzó el Gobierno. Puertas adentro, horas después de haber logrado desalojar la Rosada, desde distintos despachos oficiales salían fuertes acusaciones al operativo a cargo del Ministerio de Seguridad comandado por Sabina Frederic. El propio presidente pidió en reiteradas ocasiones explicaciones de lo sucedido.
Balcarce 50 era custodiado por las fuerzas nacionales. La Policía Federal debía controlar en ingreso, la Policía de Seguridad Aeroportuaria estaba a cargo del vallado y Gendarmería se ocuparía de contener de manera preventiva si había alguna necesidad de refuerzo de las demás fuerzas federales.
La Casa Militar, al igual que todos los días, es la que custodia el edificio. Depende de la Secretaría General de la Presidencia que comanda Julio Vitobello, por lo que también quedó apuntado por un sector de la alianza.
“Tiene que haber un responsable”, lanzaron desde el kirchnerismo. Cristina Kirchner llegó a la despedida de Maradona minutos antes de los desbordes. A diferencia del Presidente que circuló por la Rosada mientras los hinchas acaparaban los distintos espacios, la vicepresidenta estuvo en el Salón de los Patriotas, dialogó con Claudia Villafañe y minutos después se dirigió a la oficina del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Esta rutina la repitió las tres veces que estuvo en la Rosada. Antes de que el Patio de las Palmeras se comenzara a llenar de fanáticos, la ex jefa de Estado dejaba el lugar junto a su jefe de Custodia, Diego Carbone. Más tarde llegaban los gases lacrimógenos desde el ingreso de la Rosada y el Presidente se trasladaba entre el balcón y la explanada para pedir tranquilidad a quienes querían entrar a la fuerza.
Pero las críticas llegaron también desde el propio “albertismo”. “Queremos limpiar todo seguridad”, dijeron a PERFIL sobre la responsabilidad de Frederic por el operativo. La ministra de Seguridad también había sido motivo de cruces dentro de la alianza, pero las últimas semanas un funcionario relataba ante este medio que se había “logrado que deje de lado la antropología para ocupar el verdadero rol de ministra de Seguridad”. Ayer volvió a quedar en la mira. También del Frente Renovador, que miraron los desmanes desde afuera pero recordaron que un año atrás ofrecían otro nombre (Diego Gorgal) para ocupar el cargo.
Quien prefirió ayer enfriar las disputas abiertas por el operativo fue el Presidente, le dijo a su entorno que “había que dar vuelta la página” mientras, de todos modos, pidió abrir una investigación.
Repusieron el busto de Yrigoyen
El busto del expresidente Hipólito Yrigoyen, que había sido dañado durante los incidentes que se registraron durante el velatorio de Diego Maradona, fue repuesto ayer en el Salón de los Bustos de Casa Rosada, en el mismo sitio donde se encontraba, se informó oficialmente. Las tareas estuvieron a cargo de personal de seguridad y militar de la Casa de Gobierno.
El busto de Yrigoyen se encuentra en el Salón de los Bustos, en el ingreso a la Casa Rosada por la explanada de la calle Rivadavia, por donde ingresan a diario el presidente Alberto Fernández y los funcionarios. Durante los incidentes que se produjeron el jueves, cuando un grupo de personas que querían participar del velorio ingresó al Patio de las Palmeras, el busto se cayó al piso y sufrió algunos daños, que quedaron subsanados en la mañana del viernes.